Fue condenado el prefecto que robó en la casa de Sergio Massa
Alcides Díaz Gorgonio fue vinculado a sectores de Inteligencia; hay otras causas abiertas.
El prefecto acusado de robar en la casa del diputado Sergio Massa el 20 de julio de 2013, hecho que marcó el cierre de las elecciones legislativas, fue condenado anoche por robo triplemente calificado. Alcides Díaz Gorgonio estaba acusado por robo doblemente agravado por ser miembro de las fuerzas de seguridad y por forzar su ingreso a la casa con una barreta.
Pero, a raíz de testimonios recogidos en la causa, de escuchas y del legajo del suboficial, Massa sostiene que Díaz Gorgonio era un espía a las órdenes del Gobierno, desde donde niegan terminantemente esa vinculación.
El juicio, que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 de San Isidro, comenzó ayer a las 10. Cerca de las 23.30 se leyó el veredicto condenatorio, pero no se determinó una pena. Además, se le rechazó al condenado un pedido de excarcelación.
Una de las primeras en declarar fue la mujer de Massa, Malena Galmarini, que describió la situación que se encontró al ingresar a su casa la noche del robo, pocos minutos después de la salida de Díaz Gorgonio, como quedó registrado por las cámaras del barrio Isla del Sol y del municipio.
Galmarini también apuntó a que existen otras causas abiertas a raíz del robo, en alusión a una investigación por amenazas contra su familia y a la condición de supuesto "espía" del suboficial. Díaz Gorgonio admitió que conocía el domicilio de Massa, pero no la campera con la que aparece en los videos y que fue encontrada en los allanamientos. Se la hicieron probar para dejar en claro que le calzaba.
Massa vincula al prefecto con el Gobierno a partir de tres hechos: el primero, la declaración de una oficial de la policía federal, recogida en la causa por el fiscal Mariano Magaz, en la que sostuvo que Díaz Gorgonio reportaba al Ministerio de Seguridad junto con agentes de otras fuerzas sobre "protestas sociales", "tomas, cortes de rutas, desapariciones" y sus autores.
El segundo es el legajo del prefecto, que dice que entre 2001 y 2005 se desempeñó en el "Servicio de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Interior".
El tercero, las escuchas ordenadas en otra causa (iniciada luego de que Galmarini recibió amenazas), en las que Díaz Gorgonio le decía a su mujer que trabajaba en la Dirección de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad, le pedía que retirara "sobres" en el edificio de Prefectura y le contaba que el director de Inteligencia Criminal de esa fuerza, Gustavo Logozzo, siempre se había "portado bien" con él. Desde el Gobierno minimizaron los primeros dos hechos al remarcar el carácter de "suboficial" del prefecto y dijeron que cumplía tareas administrativas.