"Fue al cementerio a festejar Año Nuevo con el difunto"
El jefe de la Comisaría de Dos de Mayo, de Misiones, Gustavo Braganza, dialogó con "Chiche" Gelblung acerca de la mujer que se instaló en el cementerio con su difunto esposo.
Gustavo Braganza, jefe de la Comisaría de Dos de Mayo de Misiones, dialogó con "Chiche" Gelblung acerca del impresionante caso de una mujer llamada Adriana Villareal, que pasaba noches en el cementerio junto a su difunto esposo.
Respecto a qué fue lo que descubrió del caso, Braganza afirmó que "el hecho salió a la luz y se desarrolló en esta semana. El martes 12 de junio en la comisaría de Dos de mayo, recibimos llamados telefónicos de personas que daban cuenta que en el interior del cementerio de San Lázaro una persona estaba realizando ruidos extraños. Me comuniqué con el secretario de Gobierno municipal, y con inspectores municipales y fuimos al cementerio donde se constató que un nicho estaba adaptado como una pequeña vivienda donde se encontraba una mujer en pijama de apellido Villarreal. La misma se estaba por ir a dormir y dentro del lugar tenía varias cosas como una notebook. Cuando llegamos, la señora estaba escuchando una música bien baja y manifestó que era su costumbre ir tres veces por año a pasar la noche con su amado al nicho".
Si bien está claro que el comportamiento de la mujer es totalmente incoherente e irracional, el comisario afirmó que es cierto que "no hay ninguna ley que prohíba a alguien vivir en un cementerio". Además agregó que "esta mujer contaba con la complicidad del portero del cementerio para que la mujer pernoctara en el lugar".
En relación a si esa era la primera vez que esto sucedía, Braganza expresó que el día que encontraron a la mujer, "era la segunda noche que pasaba en el cementerio. Según averiguación esta señora viene tres veces al año y fue constatado que desde que el hombre, al que va a visitar la señora desde el 2010, era su esposo y que murió en un hecho confuso ese mismo año. Villareal expresó que el 31 de diciembre del 2011 y del 2012 fue al cementerio a festejar el año nuevo con el difunto y hasta llevó alcohol y utilizó pirotecnia".
Respecto a qué fue lo que descubrió del caso, Braganza afirmó que "el hecho salió a la luz y se desarrolló en esta semana. El martes 12 de junio en la comisaría de Dos de mayo, recibimos llamados telefónicos de personas que daban cuenta que en el interior del cementerio de San Lázaro una persona estaba realizando ruidos extraños. Me comuniqué con el secretario de Gobierno municipal, y con inspectores municipales y fuimos al cementerio donde se constató que un nicho estaba adaptado como una pequeña vivienda donde se encontraba una mujer en pijama de apellido Villarreal. La misma se estaba por ir a dormir y dentro del lugar tenía varias cosas como una notebook. Cuando llegamos, la señora estaba escuchando una música bien baja y manifestó que era su costumbre ir tres veces por año a pasar la noche con su amado al nicho".
Si bien está claro que el comportamiento de la mujer es totalmente incoherente e irracional, el comisario afirmó que es cierto que "no hay ninguna ley que prohíba a alguien vivir en un cementerio". Además agregó que "esta mujer contaba con la complicidad del portero del cementerio para que la mujer pernoctara en el lugar".
En relación a si esa era la primera vez que esto sucedía, Braganza expresó que el día que encontraron a la mujer, "era la segunda noche que pasaba en el cementerio. Según averiguación esta señora viene tres veces al año y fue constatado que desde que el hombre, al que va a visitar la señora desde el 2010, era su esposo y que murió en un hecho confuso ese mismo año. Villareal expresó que el 31 de diciembre del 2011 y del 2012 fue al cementerio a festejar el año nuevo con el difunto y hasta llevó alcohol y utilizó pirotecnia".