Sociedad
Freno en el Senado a la nueva ley de alquileres: qué pasa con propietarios e inquilinos
La Cámara Alta frenó debate sobre la ley de alquileres. Inquilinos y propietarios se enfrentan a la incertidumbre de no saber qué hacer con los contratos mientras sigue creciendo el índice de propiedades vacías.
La renovación de la ley de alquileres había llegado a la Cámara de Senadores tras haber recibido media sanción en Diputados, con modificaciones que se proponen reintroducir contratos de arrendamiento de dos años de extensión, con actualizaciones cada cuatro meses basados en índices acordados entre propietarios e inquilinos.
Sin embargo, aunque Juntos por el Cambio propuso avanzar con el nuevo proyecto (con media sanción desde la semana pasada), senadores del Frente de Todos decidieron frenar la iniciativa y realizar otras modificaciones.
Al respecto, el presidente del Colegio Profesional de Inmobiliarios (CPI), Alejandro Hadrowa dijo este martes en el Senado que “es perjudicial la derogación de la ley para todo el sector porque generaría una dolarización inmediata del mercado”.
Las idas y vueltas no dejan de afectar los crecientes problemas que encuentran inquilinos y propietarios en el día a día.
Momento de incertidumbre
En este contexto, los inquilinos tienen dos alternativas legales al momento de renovar sus contratos: por un lado, renovar a valores que en algunos casos se tornan irrisorios y por el otro, realizar extensiones de contrato.
“Algunos inquilinos renuevan, pero valores irrisorios. Es decir, hoy se está pagando un departamento a $ 150 mil y el propietario decide renovar pero lo lleva a $ 300 mil. En otros casos, realizan extensiones de contratos de entre un mes y un año, mientras que evalúan cómo se actualiza la economía. En último caso, ambas partes acuerdan cómo seguir”, explica Diego Giménez, propietario de Índice Inmobiliario.
Aun así, frente a la situación de incertidumbre en el mercado y la economía, se produce un clima de mucha tensión entre los inquilinos.
“Se caen los contratos, se sienten desamparados porque no saben cuánto les va a costar vivir el año que viene”, agrega Giménez.
Según explican las inmobiliarias, el problema no lo tienen aquellas personas a las que todavía les queda un año o más de contrato, sino a quienes se les termina, por caso, en noviembre y diciembre de este año. Se estima que un inquilino que hoy paga 120 mil pesos, por el alquiler de un inmueble, el año que viene podría estar pagando el doble o incluso un poco más.
Qué hacen los propietarios
La situación también es alarmante para los propietarios porque “aquella persona que decidió invertir y construir una casa tiene derecho a cobrar algo razonable para poder ampararse y cobrar un valor acorde al mercado”, agrega Giménez.
Ante la imposibilidad de poder generar ganancias, los propietarios deciden sacar sus propiedades del mercado provocando altos índices de “propiedades ociosas”, como se les denomina. Inmuebles vacíos que no se alquilan, a pesar de estar en perfectas condiciones para ello.
“Hay que convencer al propietario que quiera firmar un contrato y después de la media sanción cada vez es más complicado”, comenta, por otro lado Hadrowa.
La reforma que no se dio
“Por eso estábamos todas las inmobiliarias expectantes de ver qué pasaba: si se renovaba la ley para equiparar un poco la baja cantidad de oferta acorde a la gran demanda que existe. Sin embargo, esto no ha sucedido”, concluye Giménez.
“La provincia de Córdoba tiene un 37% de propietarios que retiraron sus inmuebles del mercado. Eso es monstruoso, no hay inmuebles para alquilar”, añadió Hadrowa.
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