Fort y la eterna batalla con su familia aún después de muerto
A pesar de que nunca se llevaron bien, su familia tuvo la última palabra y decidió que se lo despida en forma íntima. ¿Hicieron bien?
Ricardo Fort tuvo una vida intensa, llena de idas y vueltas donde a falta de cariño y contención familiar, llenó los huecos con cosas materiales. Una eterna rivalidad con su familia marcó su vida, hasta el último día e inclusive luego de su muerte.
El excéntrico millonario murió el lunes por la madrugada, y lejos de un velorio lleno de amigos y conocidos despidiéndolo, como él hubiera querido y como decidió pasar sus días en vida, la familia decidió hacer una despedida íntima, donde sólo nueve personas pueden darle su último adiós.
Tal vez sea para cuidarse y resguardar la memoria de Ricardo, o tal vez para tener la última palabra y que el chocolatero no pueda ganar su "última batalla familiar".
Más allá de los motivos que los hermanos habrán tenido los hermanos para realizar una despedida tan íntima, no deja de llamar la atención de que el último adiós de una persona tan popular que siempre estaba rodeada de gente, sea tan solitaria.
Más allá de que se especula con que muchas personas que no eran realmente amigas de Ricardo y los medios de comunicación podrían ir a despedirlo, también debe de haber muchos amigos y conocidos que realmente lo querían que no están en la lista de nueve personas elaborada por la familia que no pueden despedirse.
En algún momento Fort también dijo: "¿Cuando me llegue el momento? Quiero que me cremen, no que me entierren. Quiero que me suban al Obelisco y tiren mis cenizas". Sin embargo, ese deseo no fue respetado por su familia ya que decidieron darle sepultura en el cementerio Jardín de Pilar.
Todo se está haciendo muy diferente a como Ricardo hubiera querido. Tal vez sea una más de las diferencias que él tuvo en vida con su familia. La relación siempre estuvo signada por la distancia. Sus hermanos nunca quisieron que él se dedicara a la actuación mucho menos aguantaron su sobreexposición ni que él hablara públicamente de su sexualidad.
A pesar de su fuerte personalidad y su carácter arrasador, Ricardo siempre estivo pendiente de la aprobación (que nunca consiguió) de su familia.
Parece que no sólo tuvo que autoexiliarse durante muchos años en Miami, ocultar su homosexualidad y no poder dedicarse profesionalmente al canto, que era lo que amaba, sino que tampoco pudo despedirse como a él le hubiera gustado.
Aún sin él presente, la familia tuvo la última palabra y negó las cosas que a él le gustaban y hubiera querido. Fort peleó con su familia hasta el último minuto y su adiós no pudo tener la despedida que quiso. ¿por qué no pudieron acceder y darle su último gusto?
Contanos tu opinión. ¿Creés que la familia debió haber realizado un velatorio abierto para que amigos y conocidos lo despidan?