¡Flor de esculturas!
Este artista combina morbo y belleza en esculturas que no querrías tener en tu mesita de luz.
El escultor Cedric Laquieze, que reside en Ámsterdam, Holanda, decora esqueletos reales de perros y gatos con flores artificiales coloridas para crear algunas de las más horripilantes esculturas.
Las flores y esqueletos forman una extraña combinación, y eso es lo que hace que las esculturas de Laquieze sean tan llamativas y se conviertan en una mezcla de morbo y belleza. Toma esqueletos de gatos y perros y les coloca varias flores artificiales para "embellecerlos" un poco.
Pero por más flores que les ponga, saber que debajo de las coloridas flores hay esqueletos reales no las hace obras de arte muy agradables que digamos. El artista se ha especializado en el uso de todo tipo de cosas muertas para sus obras de arte, desde esqueletos de pájaros y otros animales, hasta insectos y plantas muertas.
Las flores y esqueletos forman una extraña combinación, y eso es lo que hace que las esculturas de Laquieze sean tan llamativas y se conviertan en una mezcla de morbo y belleza. Toma esqueletos de gatos y perros y les coloca varias flores artificiales para "embellecerlos" un poco.
Pero por más flores que les ponga, saber que debajo de las coloridas flores hay esqueletos reales no las hace obras de arte muy agradables que digamos. El artista se ha especializado en el uso de todo tipo de cosas muertas para sus obras de arte, desde esqueletos de pájaros y otros animales, hasta insectos y plantas muertas.