Fernando Gago se rompió los ligamentos de la rodilla izquierda
El mediocampista de 33 años había pedido el cambio en el partido contra Aldosivi por una lesión: los estudios confirmaron la gravedad.
Se confirmó la triste noticia: Fernando Gago se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda en el duelo contra Aldosivi correspondiente a la 18ª jornada de la Superliga.
El mediocampista de 33 años había pedido el cambio a los 22 minutos del complemento por una molestia en su rodilla. Los gestos de desazón y la veloz partida al vestuario ya generaban presagios de una mala noticia, que terminó de confirmarse durante la mañana del viernes luego de los correspondientes exámenes de los especialistas. Todavía resta que el club lo haga oficial.
Si bien pidió ser reemplazado cerca de los 22 minutos del complemento, la dificultad en su rodilla se habría originado cinco minutos antes cuando disputó una pelota con el delantero de Aldosivi Pablo Becker y se lanzó con vehemencia sobre la pierna del rival, protagonizando una acción violenta que bien le podría haber significado la tarjeta roja.
Es una nueva dificultad en la carrera profesional de Pintita, quien había quedado cerca de decretar su retiro del fútbol profesional en diciembre del 2018 luego de sufrir la rotura del tendón de Aquiles de su pierna derecha en la final entre River y Boca de la Copa Libertadores. El talentoso jugador decidió intentarlo una vez más y por impulso de Gabriel Heinze se sumó al plantel de Liniers: en agosto del año pasado reapareció en los campos luego de ocho meses de inactividad.
Hasta el encuentro contra el Tiburón, Gago acumuló 13 presentaciones –11 como titular– con la camiseta del Fortín, todas correspondientes a la Superliga. Hace algunas semanas atrás brindó una entrevista en la que confesó que su hijo Mateo había sido clave en la decisión de intentar seguir ligado al fútbol profesional tras aquella lesión en la Superfinal: “Influyo muchísimo, casi todo. Fue difícil el día que se lo planteé. Le dije que papi por ahí no jugaba más, que no iba a ir más a la cancha a jugar. Me respondió: ‘Pero papi yo quiero que juegues’. Eso quedó. Después nos fuimos casi dos meses de vacaciones, necesitaba despejarme, estar con mi familia. En una situación Mateo estaba haciendo un osito de juguete y tenía que pedir tres deseos: pidió volver a jugar a la pelota con papá. Ahí se me cayó el mundo. Me fui a llorar solo y mi señora se fue por otro lado. Fue una situación hermosa que al día de hoy seguimos recordando. Fue el clic para decir vamos a probar una vez más y ver qué pasa”.
El futbolista surgido de Boca, que también defendió las camisetas del Real Madrid, Roma y Valencia, tuvo una primera lesión de gran gravedad en su carrera en el 2015 cuando se rompió el tendón de Aquiles izquierdo durante un encuentro con el Xeneize. Tras una recuperación, retornó a los campos y volvió a padecer la misma lesión en esa zona en abril del 2016. El integrante del plantel subcampeón del mundo en el Mundial 2014 retornó a los campos meses después y se proyectaba como una pieza clave de la selección argentina que iba a jugar la Copa del Mundo 2018, pero nuevamente su cuerpo le puso un freno: se rompió a fines del 2017 el ligamento cruzado lateral interno de la rodilla derecha durante un encuentro entre Argentina y Perú, correspondiente a las Eliminatorias.
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