Fernando Farré desde la cárcel: "En términos de definición, sí, soy un hijo de puta"
A días de recibir perpetua por asesinar a su esposa, Farré habló desde la cárcel desde su convivencia con los presos hasta chistes macabros.
Fernando Farré se reunió con un grupo de periodistas en la cárcel donde cumple perpetua por haber asesinado a su esposa Claudia Shaefer. Desde allí, contó cómo es la convivencia con los otros reclusos y hasta deslizó chistes macabros. "La (lapicera) bic me la traje del juicio. Pero no se asuste. No se la voy a clavar".
Esa supuesta ajenidad con la realidad es el arma que el asesino de Claudia Schaefer, la madre de sus tres hijos, utiliza según su conveniencia. Cuando le sirve, Farré, que tiene 54 años y le esperan al menos 15 ininterrumpidos en la sombra, se autocondena directamente a la muerte, "a la horca en el Obelisco". En otros momentos apela al viejo truco de la amnesia o, como dicen en la jerga tumbera, el borrado de cinta. Pero siempre subyace su idea de agradar. Cree que dice lo que los otros quieren escuchar.
"Yo asesiné a mi mujer, la madre de mis hijos. De un acto que no fue a sangre fría, pero que ocurrió. ¿Qué pasó? No lo sé. No tengo explicaciones. Yo no me sentía yo. No me sentía responsable. Evidentemente no sabía lo que hacía. No voy a premeditar hacer esa barbarie. Que me acusen de eso me pareció irritante", es el discurso que tiene casi ensayado y que repitió en las entrevistas que dio los últimos días.
Con los demás reclusos se lleva "bien". "Me respetan. Acá hay violadores, es cierto. Hay de todo. Pero me respetan. Yo soy muy tranquilo, generoso y no soy un abusador de niños. Algunos presos me dicen "mataconcha", pero es un tema de la cárcel. No te diría que hay respeto. Pero el preso entiende a una persona que se le borra la cinta". "Que se te borra la cinta. Acá les pasó a muchos. La memoria. Hay muchos abusadores, muchos en los pabellones de Evangelistas que se refugian. Yo no me tengo que refugiar de nada".
"En la cárcel me siento protegido. Y sí. Si salgo la gente me lincha" declaró Farré, acostumbrado a viajar por las mejores ciudades del mundo, que confesó si le pesa estas encerrado: "Es muy distinto. Acá miro la tele con los presos. Fútbol, las series de cárceles, como El Marginal. Afuera yo era otro, miraba Netflix y House of Cards (se ríe). Es cierto lo que se ve en esas series. Cómo hablan acá. Yo hablo español, inglés, francés, italiano, portugués y acá hablan tumbero. Yo hablo un poco así con ellos. Ellos saben que convido yerba, cigarrillos, pero no le estoy pagando la fianza a nadie. Otros ponen un montón de guita para vivir bien, pero yo decidí ser uno más. Mucho jogging, zapatillas. Cuando voy a Sociología me visto un poco más formal".
Farré cuenta que mira mucha televisión. Que los DVD circulan entre las celdas y que últimamente se enganchó con Game of Thrones, una serie épica y fantástica donde la muerte de prácticamente todos los personajes es la constante.
"Es la vida misma. (Pasan) Muchas cosas que yo veo en mi vida y veo en el juicio. La vida, la muerte, el dinero, el amor, el amor de los padres, la salud, el asesinato. La vida en distintos formatos".
En la serie hay muchas muertes "Y hay mucho sexo. Acá un compañero lee el libro (escrito por George R.R.Martin) y dice que no hay tanto sexo. Pero en la tele sí porque en la vida sí. Y está bueno ver un culito de vez en cuando".
Con respectó a lo que pasó el mediodía del 21 de agosto de 2015, cuando mayó a Claudia, Farré confiesa que no recuerda: "Hago esfuerzos pero no tengo visión. Escuché un helicóptero, después vi caras de policías, después recuerdo mi mano toda tajeada e hinchada. Me había cortado a mí mismo. Mi mano es chica pero parecía una zapatilla". "La vida me puso acá. Si es por mí que me cuelguen mañana. Si veo que puedo seguir viviendo y estar vivo por mis hijos, ellos saben que su padre existe".
"Si tengo que vivir acá me chupa un huevo. Ya viví en París. Me chupa un huevo. Acá hay seres humanos. Yo no había visto esto. No sabía cómo vivía la gente en San Martín. Yo no salía de Recoleta, Nueva York. Jamás vi la cárcel de San Martín. No era parte de mi realidad. Yo usaba el VIP del VIP de Ezeiza. Me cruzaba con Ricardo Fort, con Vargas Llosa. Vivía en otro mundo. Esta realidad nueva me fascina, quiero ayudar".
"Es impresionante que algo tan privado, como una tragedia familiar, indescriptible, privada, haya tenido esta trascendencia. Jamás hubiera imaginado asesinar a nadie. Yo era una persona trabajadora, disfrutaba cierto placeres de una buena vida, tenía una buena pareja, lindos hijos, era buen compañero".
Al ser consultado si estaba obsesionado con Claudia, contestó: "Evidentemente no quería dejarla". El miedo a separarse "no sé, era una pelotudez. Separarse es una pelotudez. Yo podría haber rehecho mi vida".
Existe un audio que se pasó en el juicio donde Farré le dice a Claudia, en medio de una pelea, que prefería terminar en la cárcel de Ezeiza antes que entregarle el departamento de la avenida Libertador. "Matarla fue una profecía autocumplida. Parecía que algo dentro de mí había, aunque si lo vas a hacer no lo anunciás".
Sobre su relación con su madre Farré contó: "Mi madre fue docente, directora, maestra de Matemáticas. Trabajaba. Fue una buena madre. Siempre tuvimos una buena relación. Y Claudia era buena madre, trabajadora, independiente. Eso siempre me gustó de Claudia, que se parecía a ella, a mi mamá, que hacía su vida, que no se quedaba haciendo pastelitos en su casa. Ganaba la plata y la gastaba en su ropa".
María Antonieta, su mamá, es de las pocas personas que visitan a Farré en prisión. Suele venir con el padre del asesino. Juegan a las cartas o al ajedrez. A veces también aparece su hermano, recientemente sospechado de llamadas amenazantes al teléfono de Sandra, la hermana de la víctima.
"O digo que la madre es la que está siempre. Acá vienen ellas en colectivo desde La Plata para ver a sus hijos, que son violadores, chorros, asesinos, transas. Pero la madre siempre está. Se puede querer o no a la madre pero siempre está. Ese amor es eterno".
Farré cree que el destino es la razón por la que mató a Claudia, su esposa: "Yo creo que sí, creo en el destino. El hecho está. Pero desde que estoy acá me bauticé, me confesé con el padre Pepe, estudié Los Evangelios, leí libros de tradición judía. Siempre fui creyente y entre todas las cosas que hice para pedir ayuda antes de lo que pasó fue un retiro espiritual. Es como dicen acá: "el diablo metió la cola". Y sí, el diablo metió la cola. Creo en eso".
"Tomo una pastilla todas las noches que me hace dormir y sueño mucho. De todo, de todo. Anoche soñé que estaba en una fiesta con amigos, la pasábamos bárbaro. La noche del juicio soñé con mi hijo Marquitos (el menor de los tres). Me aparecen personas de la farándula, gente que conozco o conocí. Me apareció Tinelli. Yo interpreto los sueños".
La fiscal Carolina Carballido Calatayud contó que Farré soñó con Claudia antes del veredicto y que ella le pidió que la ayude: "Está bien, que sueñe lo que quiera. Hizo un gran trabajo. Pero no era necesario decir eso. Ya la maté de 66 puñaladas. Quien sueña con Claudia soy yo, sus hijos, la gente que era parte de su vida y puede tener lindos recuerdos. Yo siempre tengo sueños muy gratos con Claudia. Recuerdo uno que estábamos juntos en la cama. Otro que ella estaba embarazada de mi hija en Nueva York".
"El día de las Torres Gemelas yo estaba en París y ella se volvió el 10 de septiembre a Nueva York, embarazada de mi hija. Y estuvo allá cuando pasó todo. Y se murieron amigos nuestros. Eso nos traumó mucho. Y soñé con ella embarazada en Nueva York y que estábamos juntos. Con mis hijos también sueño. Sobre todo con Marquitos".
¿Qué ve Farré al mirarse al espejo? "Veo a un asesino. Veo toda mi historia, de punta a punta. Veo a mis hijos. A veces veo a una persona narcisista que se ama a sí mismo". "Ya no veo al padre de mis hijos. Estoy encapsulado en otra vida. Maté a mi mujer, maté a mis hijos, maté a mi propia vida. Más lo que piensa la sociedad. Veo muchas cosas. Esto no sólo es 'Farré es un hijo de puta que mató a su esposa'. Había mucha gente que vio lo que pasaba y no hizo nada".
Al preguntarle si se consideraba un "hijo de puta", Farré respondió: "Eh Mmm. En términos de definición, sí. Lo soy". "Lloro a veces cuando recuerdo a mis hijos. Soy un ser humano. Y la verdad viví una vida muy linda con mis hijos, con mi mujer, con mis amigos, me tocó esta. Qué querés que te diga".
(Fuente Infobae)