Fernández: "Si Pedraza es inocente que le pidan perdón, pero si no lo tendrá que pagar"

El jefe de Gabinete de la Nación, Anibal Fernández, recibió a Tiempo Argentino entre las cuatro paredes blancas de su despacho en la Casa Rosada, el mismo día en que Néstor Kirchner hubiera cumplido 61 años. Por la mañana, muy temprano, había publicado un mensaje al respecto en la red social Twitter. "Hoy sería el cumple del amigo, donde quiera que estés, mi abrazo más profundo y que Dios te bendiga."

–¿Qué pensó esta mañana?

–Soy un tipo muy particular con esas cosas, no soy afecto a los homenajes, con lo cual lo que escribí allí es lo que me salió en ese momento porque así lo sentí. No voy a homenajes, no lo hago ni en el caso de mi padre.

–¿Qué lección le dejo Néstor Kirchner a la clase política argentina?

–Hizo un cambio copernicano. En la Asamblea Legislativa, al asumir la Presidencia, dijo que no dejaría sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno. Tenía una posición muy clara y contundente sobre la forma de hacer política y, además de reivindicarla, la puso en la cabeza de la sociedad. Porque fue él quien empezó a convocar a la sociedad para que se meta en política. Era una persona con ideas renovadoras y vocación de cambio, pero nunca imaginé que lo era tanto. Lo quería mucho y es la primera vez que me toca perder a un amigo, es algo muy jodido.

–¿Esa nueva cultura de la militancia trasciende al peronismo?

–¡Si, por supuesto! En su velatorio había un montón de pibes que le reconocían el gesto que había tenido. Cuando la bestia de (Mariano) Grondona habla de "juventudes hitlerianas", inventa un nuevo enemigo que, en realidad, es un viejo adversario de la derecha, la juventud. Después escuchamos esa brutalidad de (Elisa) Carrió sentada en la mesa de la señora (Mirtha Legrand), que dijo que el velatorio lo organizó Fuerza Bruta. Lo que hay que hacer es una enorme fuerza para ser tan bruta y decir semejante cosa. Los pibes salieron de abajo de las baldosas. Lo que más le preocupa a la derecha es que tienen en claro que hay poderes reales que condicionaron la vida de los argentinos y están dispuestos a enfrentarlos.

–¿Esas manifestaciones se van a traducir en un apoyo electoral al oficialismo en las elecciones?

–Cuando hay elecciones legislativas es común que una expresión desde el punto de vista ideológico vea registrado una parte de quienes piensan como ellos. Pero cuando llega el momento de elegir quién va a conducir un país presidencialista como la Argentina, el que tiene que cuidar los garbanzos debe ser alguien que sepa hacerlo. Más vale bueno conocido que malo por conocer.

–¿Cristina Kirchner encabezará esa nueva etapa?

–No lo sé, todavía es prematuro, falta un tiempo y nadie da ventajas en eso.

–Eso es lo que me dice el jefe de Gabinete, ¿qué opina el militante?

–No hay opción para que sea otra persona. La única que le garantiza a la Argentina de a pie que sus garbanzos están bien cuidados es Cristina. Eso es oro en polvo. Porque la gente padeció mucho. En 2001 se pusieron en riesgo 150 años de conducción política. No pueden volver a suceder ese tipo de cosas. Yo creo que (la candidatura de Cristina Kirchner) es inevitable. Pero cuando llegue el momento hablaremos en esos términos.

–Le vuelvo a preguntar al militante... ¿en ese eventual escenario con Cristina como candidata, podría acompañarla  nuevamente un extrapartidario?

–Primero tendría que ser un leal.  Pero por qué no va a ser un extrapartidario. Juan Perón llevó en 1946 a Juan Quijano, que era un correntino radical. Siempre creímos en armados transversales. ¿Por qué no? ¿Porque nos tocó llevar un traidor en la última fórmula? Nuestra visión, respecto de una Argentina integradora e inclusiva, nunca cambió. Cobos es insignificante al pensar la gran política de los argentinos. Pero si Cristina es candidata, tendrá que ver quién le garantiza la tranquilidad de saber que cuenta con una persona que piensa en los intereses de su país y no en su ombligo.

–¿Qué opina sobre el paro que hizo la Unión Ferroviaria para pedir la liberación de José Pedraza?.

–Primero quiero aclarar, como lo hice en el caso de (Gerónimo) Venegas, que el gobierno no tiene nada que opinar sobre este tema. Es la justicia la que tiene que decidir. Si no tiene nada que ver con el delito que se le imputa, que le pidan perdón. Pero si tiene algo que ver, que lo juzguen y lo sancionen. No creo que sea saludable un paro, cuando lo que se está haciendo es discutir su conducta en el marco de la justicia. Como no acepté la bravuconada del bocón de (Luis) Barrionuevo cuando dijo que iban a ir a hacerle un escrache al juez. Si Pedraza no tiene nada que ver, ruego hasta que le pidan disculpas. Pero si tiene algo que ver, lo va a tener que pagar.

–¿El gobierno podría evaluar retirarle la personería jurídica al gremio?

–Eso está dentro del marco de la ley. Hay reglas muy claras que se tienen que cumplir. Si eso no sucede, una de las posibilidades es la que el gremio sufra sanciones.

–¿Leyó las declaraciones del funcionario macrista que propuso a través de Twitter privatizar la educación pública?

–Son espantosas. Nuestro país requería de alguien que se diera cuenta que la salida era por medio de la capacitación de los pibes. Eso hizo que, primero Néstor y después Cristina privilegiaran aspectos como la investigación y las escuelas técnicas. Nuestra gran apuesta tiene que estar hecha en la educación y el financiamiento por parte del Estado. Nosotros llevamos más de  1000 escuelas inauguradas. Que alguien diga eso es terrible, es tan descalificador que no puede ser analizado. Es insultante.

–¿Qué siente cuando ve las imágenes del trabajo esclavo?

–Odio. Yo he sido ministro de Trabajo en la provincia de Buenos Aires y he declarado en muchísimos fraudes laborales, con figuras que se llamaban a sí mismas cooperativas, pero no eran otra cosa que formatos jurídicos para generar trabajo esclavo. Necesitamos que el trabajador mismo, si tiene que llegar a esa situación, también sirva para que nosotros podamos sancionar a quienes quieran llevar a cabo esas prácticas.
–¿Alfredo Olmedo puede seguir siendo diputado?

–Lo tiene que resolver la Cámara de Diputados. Desde el punto de vista político, lo condeno fuertemente, porque los elementos están a la vista. Es inaceptable que alguien que es diputado de la Nación y pretende gobernar su provincia exhiba el ejemplo de generarse la riqueza a través del trabajo esclavo.

–Volviendo al tema electoral, ¿qué va a pasar en la Ciudad de Buenos Aires en las elecciones?

–Tenemos tres candidatos excepcionales. Por primera vez el peronismo apuesta a mostrar tres hombres que tienen conocimiento y vocación para gobernar. Usted puede agarrar los archivos sobre lo que decía Mauricio Macri y darse cuenta que fue una enorme mentira. Porque no hizo nada de todo lo que dijo. Es un hombre cuya familia se llenó de dinero con las obras públicas y sin embargo nunca pudo resolver el problema de las veredas. La misma familia se llenó de dinero con la recolección de residuos y no pudo resolver el tema de la limpieza de las calles. Tampoco pudo resolver el problema de los subterráneos porque prometió diez kilómetros por año y no hizo ni medio metro. Lo que se está haciendo se hace con dinero del gobierno nacional. Ni siquiera pudo resolver el tema de las inundaciones.

–Pero Macri dice que el gobierno nacional le trabó los créditos para obras de infraestructura.

–Eso es una vergüenza. Si se dilataron fue porque él no presentó las garantías. Vive echándole la culpa a los demás porque no sabe gobernar y no le gusta trabajar.

–¿Va a apoyar la implementación de listas colectoras en la provincia de Buenos Aires?

–No hablamos de colectoras. Hablamos de la posibilidad de acompañar un proyecto. El peronismo tiene un solo conductor, que es Cristina Fernández de Kirchner. Es un movimiento nacional y eso no lo podemos olvidar.

–Entiendo que apoyaría "listas de adhesión" entonces.
–¡No son colectoras! Son listas que adhieren a una propuesta nacional, que es un proyecto que nos comprende a todos.

–Estos días se publicó que un conocido empresario automotriz abrirá un nuevo turno de trabajo y sumará a mas de 1000 empleados, obligado por el crecimiento de la producción de vehículos. ¿Por qué los empresarios, que ganaron tanto dinero con este modelo económico, son tan reticentes a apoyarlo?

–No creo que sean reticentes. A mí nadie me dice que apoyen a otro. Pueden no estar de acuerdo con alguna medida o porque pretenden beneficios a los cuales no llegan. Lo que no pueden es estar en contra, porque la rentabilidad que tuvieron fue  muchísima, sobre todo si apostaron al avance tecnológico.