Femicidio en Tigre: la autopsia confirmó que María Florencia Santa Cruz fue violada y asfixiada
Según los peritos, el asesino estranguló, sofocó y ahorcó con una campera a la víctima. Un detenido.
La violó. La estranguló con sus manos. La sofocó tapándole nariz y boca. Y, finalmente, colgó su campera de un alambrado y la ahorcó.
Así fue el crimen de María Florencia Santa Cruz (30), según el informe de la autopsia. El noveno femicidio desde que se instaló la cuarentena por coronavirus.
Los detalles del asesinato de María Florencia, ocurrido en Tigre la madrugada del martes, se conocieron este miércoles: la víctima fue violada y asesinada con un triple mecanismo de asfixia, informaron hoy fuentes judiciales.
Con este informe preliminar de la autopsia, los forenses de la Policía Científica de San Isidro descartaron así el suicidio, por lo que este jueves Sebastián Hernández, el único detenido por el crimen, será indagado por los delitos de “abuso sexual y femicidio”.
Los peritos informaron a los fiscales de Tigre Jorge Fitipaldi, de la UFI de Rincón de Milberg, y Diego Callegari, de la fiscalía especializada en Violencia de Género de Tigre, que el asesino asfixió a María Florencia hasta la muerte. Y que la víctima fue violada.
“La estrangularon en forma manual, la sofocaron tapándole boca y nariz y la ahorcaron con la campera de tela de avión de la propia víctima, que quedó atada al cuello”, detalló una fuente judicial parte de lo que dice el informe preliminar de autopsia.
Con estos resultados forenses, Hernández será indagado este jueves por los dos fiscales del caso. Y, si bien aún no está definida la calificación legal que se le imputará, las fuentes indicaron que podrían acusarlo de “abuso sexual seguido de muerte” y “femicidio”, ambos delitos con pena de prisión perpetua.
El cuerpo de María Florencia Santa Cruz, quien era hija de un comisario retirado de la policía bonaerense, apareció cerca de las 3 de la madrugada del martes en un tapial ubicado en el cruce del Acceso Tigre y la calle Benito Lynch.
Fueron agentes de la comisaría 1° de Tigre, que patrullaban la zona, los que vieron el cuerpo que colgada de un alambre con una campera alrededor de su cuello. La mujer estaba semidesnuda: tenía puesta una remera y un par de zapatillas.
El pantalón y la ropa interior de la víctima estaban tirados a un metro de donde apareció el cuerpo, que alrededor del cuello tenía la campera.
La clave de la investigación fueron las cámaras del Centro de Operaciones Tigre, con las que los investigadores pudieron reconstruir los movimientos previos de la víctima y del detenido.
Las imágenes captaron el momento en que María Florencia, quien según contaron sus familiares tenía problemas psiquiátricos y de adicciones, llegó al lugar en el que fue asesinada a las 0.43, acompañada de un hombre que estaba con el torso desnudo, llevaba una remera roja colgada al hombro y vestía una bermuda.
Si bien la grabación no tomó el momento del crimen, el sospechoso se retiró del lugar caminando y, a través de otras cámaras que siguieron su ruta, se corroboró que llegó a su casa, cerca de la 1.20. Vive a poco más de diez cuadras de donde ocurrió el crimen.
En el camino que hizo el hombre para regresar a su vivienda, la policía encontró un par de anteojos y un pañuelo de la víctima, y luego su cartera.
Con esos datos, los fiscales Fitipaldi y Callegari dispusieron un allanamiento en la casa de Hernández, ubicada en la esquina de José Manuel Estrada y General Campos, de Tigre. Allí la Policía detuvo al sospechoso y le secuestró las prendas de vestir similares a las que se ven en las cámaras de seguridad.
Según las fuentes, Hernández, quien también tendría problemas de adicciones, tenía escoriaciones en sus brazos producidas en las últimas 24 horas. Sospechan que se las podría haber hecho María Florencia cuando intentó defenderse del ataque.
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