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Femicidio en Río Negro: el asesino le cortó un dedo a su víctima para desbloquear su celular y simular que seguía viva

Patricia Rendón Rodríguez fue asesinada en Catriel. Su ex pareja y padre de su hija de 8 años confesó el crimen.

Cada hora que pasa se conocen detalles más sorprendentes sobre el femicidio de la joven Patricia Rendón Rodríguez (31), ciudadana boliviana cuyo cuerpo apareció enterrado en las afueras de la ciudad rionegrina de Catriel. Según el fiscal Gustavo Herrera, quedó comprobado que cuando descartó el cuerpo, su ex pareja y femicida confeso Fernando Cronenbol (43) le cortó el pulgar derecho.

“Lo hizo al menos utilizando dos elementos y con el objetivo de usarlo para desbloquear el celular de la víctima y poder utilizarlo”, detalló. Y efectivamente, Cronenbol comenzó a enviar mensajes de texto a las amigas de Patricia para evitar sospechas sobre su desaparición.

“Pero estos mensajes llamaron la atención y despertaron sospechas en las personas que los recibían. Es que Patricia no acostumbraba a enviar mensajes de texto. Le era muy dificultoso porque usaba las uñas muy largas. En general, enviaba mensajes de audio”, dijo el fiscal después de conversar con amigas de la víctima.

Y otro detalle: las antenas del celular daban que este estaba activado aun cuando el cuerpo de Patricia ya había aparecido. Lo tenía su ex pareja en un bolsillo de su campera, aun después de entregarse y confesar. La policía se lo confiscó cuando ya estaba en una celda.

El cuerpo sin vida de Patricia Rendón apareció enterrado en la zona conocida como El Medanito, el martes pasado, después de estar desaparecida durante dos días. Su rostro se encontraba envuelto en papel film con signos de haber sido golpeado. Su ex pareja, con quien tenía una hija de 8 años, confesó el femicidio cuando fue detenido en la ruta por efectivos policiales conduciendo el auto de Patricia.

Horas después confesó e indicó donde había enterrado el cuerpo. El hecho conmocionó a esta ciudad, que rápidamente se organizó para realizar marchas pidiendo justicia. Catriel está ubicado en el extremo norte de Río Negro. Tiene 20 mil habitantes. Su gran atracción es el Valle de la Luna, ubicado en cercanías del Río Colorado y su principal actividad económica es el petróleo.

Cuando Cronenbol fue demorado por la Policía en la ruta 151, se encontraron manchas de sangre en su ropa. También en el baúl del auto y sobre la patente trasera. Patricia no solo tenía golpes en su cara. También en todo su cuerpo. Todo hace pensar que la joven fue asesinada en la casa de su ex marido entre las 8 y las 9 del martes, después de dejar a la hija de ambos en el colegio.

Después de cometer el crimen, el hombre trasladó el cuerpo en el coche de ella, un Renault Fluence, hasta las afueras de la ciudad. Es de profesión herrero y acostumbra a realizar trabajos para empresas petroleras.

La mujer tenía una tienda y tras separarse había dado un vuelco en su vida. Además se había enamorado de Franceso Nuvolari, un joven que reside en Italia y con quien mantenía una relación. El día que fue asesinada, Patricia debía encontrarse con una amiga para ir a sacar un pasaje a Buenos Aires para tramitar la visa: el 28 de julio pensaba viajar a Italia para reencontrarse con Francesco y quedarse tres meses. Enterado de esta situación, Cronenbol decidió matarla.

La desaparición de Patricia llamó la atención de sus amigas. Sobre todo de una de ellas, Lorena, que iba a acompañarla a Buenos Aires el próximo 14 de julio. Tras este trámite, Patricia tenía todo listo para partir a Italia.

En tanto, habitantes de la pequeña localidad de Villa Manzano cortaron la ruta para evitar que el femicida sea alojado en una comisaría de la localidad a la espera de la audiencia de detención. Finalmente lo llevaron a General Roca. Es seguro que el fiscal pedirá la prisión preventiva mientras se termine con la investigación del hecho. Para las próximas horas, se esperaba la llegada a Buenos Aires de familiares de Patricia procedentes de Bolivia. Desde allí se dirigirán a Catriel para reconocer el cuerpo y después hacer los trámites para poder llevarlo a Bolivia.

La hija de 8 años espera lo peor: se quedó sin su mamá, con quien vivía. Y su padre será condenado por femicidio, que prevé una pena a perpetua. Una víctima más de un hecho terrible.

(Fuente: Clarín)

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