Femicidio en Corrientes: asfixió a su novia con un pañuelo y se suicidó colgándose de un árbol en una estancia
Ocurrió en Esquina, Corrientes. La víctima, de 41 años, tenía siete hijos. El femicida, de 44, era peón rural.
Una mujer de 41 años, madre de siete hijos, fue asesinada por su pareja en la localidad de Esquina, provincia de Corrientes. El femicida le había enviado a un amigo un mensaje en el que le adelantaba su decisión de matar a dos personas para luego quitarse su vida.
El cuerpo de Nilda Aranda (42) fue hallado el sábado a la tarde, pero el médico policial estableció que su muerte había ocurrido varias horas antes, ya que el cuerpo presentaba rigidez.
La mujer tenía anudado al cuello un pañuelo que Ercilio José “Yiyo” Ojeda (44) solía usar como parte de su atuendo campero.
La investigación se disparó cuando un familiar de Ojeda alertó a la Policía que un conocido le reenvió un mensaje de voz en el que “Yiyo” adelantaba sus planes criminales.
La Policía acudió el sábado al anochecer a la casa del hombre junto al fiscal Gustavo Mosqueda, ya que había corrido la versión que el femicida estaba atrincherado y había tomado de rehén a uno de los hijos de la mujer.
Los agentes rodearon la casa ubicada en la calle Los Ceibos, en la zona sur de Esquina, ya sobre las barrancas del río Corriente, pero allí no había indicios de la presencia de alguna persona.
Como la puerta de la casa sólo estaba arrimada al marco, los policías ingresaron con la autorización del fiscal. Fue entonces que descubrieron el cuerpo de Aranda.
La mujer, que mantenía desde hace un tiempo un noviazgo con Ojeda, vivía en el barrio Hospital, en el extremo norte de Esquina y se cree que fue a visitar a su pareja en la noche del viernes.
El médico policial que revisó el cuerpo estableció que presentaba al menos un golpe en la cabeza y algunos cortes superficiales, pero que la causa de muerte habría sido por asfixia, ya que tenía fuertemente anudado un pañuelo al cuello. Además, en el cuerpo no se hallaron signos de defensa.
Fuentes vinculadas a la investigación dijeron que en la casa de Ojeda ya había ocurrido un homicidio hace varios años. Y que la esposa del femicida había fallecido envenenada. El caso se cerró como un suicidio.
Los familiares de la mujer no dudaron en calificar como “tóxica” la relación de la pareja, aunque en la Comisaría de la Mujer no existen antecedentes de denuncias o exposiciones por parte de la víctima.
Los investigadores creen que Ojeda estuvo varias horas en la vivienda con el cuerpo de su pareja, hasta que se alejó del lugar para poner fin a su vida.
El domingo a la mañana, una persona que transitaba por un camino vecinal que pasa por la estancia “La Morocha” divisó un bulto cerca del alambrado perimetral y al acercarse notó que una persona pendía de una soga.
Un rato más tarde, los policías establecieron que era “Yiyo” Ojeda, el hombre que buscaban por la muerte de Nilda.
La mujer asesinada tenía siete hijos, mientras que el femicida era un peón rural que trabajaba en un campo ganadero de Pueblo Libertador y tenía una única hija.
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