Felipe VI juró como nuevo rey de España
El nuevo monarca recibió de su padre el fajín de capitán general en el salón de audiencias del Palacio de La Zarzuela, en Madrid.
Felipe VI fue proclamado rey de España en el Congreso de los Diputados, en Madrid, tras jurar el cargo ante la Constitución española y prometió a los españoles "una monarquía renovada para un tiempo nuevo" y que será un jefe del Estado "leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir y a aconsejar, y también a defender siempre los intereses generales", en el discurso que pronunció para fijar las líneas de su reinado.
"Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas", dijo con solemnidad el nuevo monarca, vestido con el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra.
"En cumplimiento de la Constitución, queda proclamado rey de España don Felipe de Borbón y Grecia, que reinará con el nombre de Felipe VI", proclamó a continuación el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, quién exclamó "¡Viva España, viva el rey!".
Felipe de Borbón, de 46 años, tomó así el testigo de su padre, el rey Juan Carlos, en una ceremonia sobria y austera en la que el monarca saliente no estuvo presente, aunque más temprano le colocó en el Palacio de la Zarzuela el fajín de capitán general de las Fuerzas Armadas. Felipe VI quiso rendir un "homenaje de gratitud y respeto" hacia su padre, cuyo reinado calificó de "excepcional" y afirmó que Juan Carlos de Borbón deja "un legado político extraordinario y añadió que consiguió ser "rey de todos los españoles".
Asimismo, tuvo unas palabras de elogio para su madre, la reina Sofía, a la que agradeció "toda una vida de trabajo impecable al servicio de los españoles", que también fueron recibidas por un gran aplauso.
El rey, hizo una defensa de la monarquía, en un momento en el que enfrenta una crisis de prestigio por el caso de corrupción que protagoniza su cuñado y que salpica a su propia hermana Cristina y mientras voces republicanas reivindican un referéndum. "Puede y debe seguir prestando un servicio fundamental a España", dijo, defendiendo su contribución a la "estabilidad" política.
"La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza", dijo, "y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente".
"Porque solo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones", señaló el nuevo rey.
Felipe VI se refirió a las demandas ciudadanas -"con toda razón", puntualizó- de "principios morales y éticos" que inspiren la vida pública. "El Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no solo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos".
En su discurso expresó su solidaridad con quienes se vieron "heridos en su dignidad" por la crisis económica y subrayó que siente el "deber moral" de trabajar para revertir esta situación. El monarca tuvo además palabras de recuerdo y homenaje hacia las víctimas del terrorismo, que "perdieron su vida o sufrieron por defender" la libertad de todos. "La victoria del Estado de Derecho, junto a nuestro mayor afecto, será el mejor reconocimiento a la dignidad que merecen", agregó.
El nuevo rey también proclamó su "fe en la unidad de España de la que la Corona es símbolo" y puntualizó que esa unidad no es "uniformidad" y que la engrandece y fortalece, en un mensaje dirigido a Cataluña y el País Vasco, dos regiones en las que existen tensiones independentistas.
"Esa España, unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español", dijo Felipe VI.
Para el rey, las diferentes sensibilidades no deben nunca "enfrentar, dividir o excluir" sino que deben servir para "comprender y respetar, convivir y compartir".
Apeló igualmente al acuerdo entre las fuerzas políticas en los asuntos de "interés general" y llamó a mirar hacia adelante para seguir construyendo "juntos", la España renovada del futuro.
El nuevo rey estuvo acompañado por su esposa, la ya reina Letizia; su madre, la reina Sofía, y sus dos hijas, Leonor y Sofía. La primogénita, con ocho años, se estrenó hoy como princesa de Asturias, el título de heredera que hasta ahora ostentaba Felipe.