Farándula sin figuras, Celebrity trash
Cada vez más, la televisión se puebla de gente desconocida que ocupa horas de aire con historias alejadas del glamour y más cercanas al talk show.
Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Ayer la televisión tuvo una tarde en la que mostró en su máximo esplendor el nuevo fenómeno de "farándula sin figuras". Tanto "Intrusos" como "El diario de Mariana" tenían en pantalla a dos personas anónimas, hablando de Maradona y todo el escándalo y en ambos casos el número respondía.
En "Intrusos" estaba Patricia, la tía de Rocío Oliva, que por cuarto día consecutivo aparecía en la televisión contando intimidades de su sobrina y festejando al aire la reconciliación de Diego Maradona y Verónica Ojeda. Patricia llegó a la pantalla como una mujer humilde que peleaba por su hija, hoy ya más lookeada, con lentes oscuros siempre y con frases como "yo sigo siendo la misma" "yo soy bajo perfil", la mujer se convirtió en una celebrity trash, una mujer capaz de contar las peores cosas en el afán de conseguir la libertad de su hija presa.
En el otro extremo de esta historia estaba Gastón Oliva, el hermano de la exnovia de Maradona, quien en El Trece contaba su vida con la hija de Patricia y decía las peores maldades de la abuela de su hija. Una historia que mezclaba prostitución, drogas y golpes, concitaba la atención del público.
Dos personajes enfrentados que ocuparon el espacio y el lugar en el cual hasta hace poco estaban los famosos, los actores, las modelos o hasta los mediáticos. Hoy las historias de familias, los análisis de los crímenes o las miserias más tremendas son los tópicos de la televisión. La vida de los actores y de la gente de la farándula pasó a segundo plano y fue reemplazada por historias más truculentas de gente anónima, que siempre tienen un costado farandulero.
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Ayer la televisión tuvo una tarde en la que mostró en su máximo esplendor el nuevo fenómeno de "farándula sin figuras". Tanto "Intrusos" como "El diario de Mariana" tenían en pantalla a dos personas anónimas, hablando de Maradona y todo el escándalo y en ambos casos el número respondía.
En "Intrusos" estaba Patricia, la tía de Rocío Oliva, que por cuarto día consecutivo aparecía en la televisión contando intimidades de su sobrina y festejando al aire la reconciliación de Diego Maradona y Verónica Ojeda. Patricia llegó a la pantalla como una mujer humilde que peleaba por su hija, hoy ya más lookeada, con lentes oscuros siempre y con frases como "yo sigo siendo la misma" "yo soy bajo perfil", la mujer se convirtió en una celebrity trash, una mujer capaz de contar las peores cosas en el afán de conseguir la libertad de su hija presa.
En el otro extremo de esta historia estaba Gastón Oliva, el hermano de la exnovia de Maradona, quien en El Trece contaba su vida con la hija de Patricia y decía las peores maldades de la abuela de su hija. Una historia que mezclaba prostitución, drogas y golpes, concitaba la atención del público.
Dos personajes enfrentados que ocuparon el espacio y el lugar en el cual hasta hace poco estaban los famosos, los actores, las modelos o hasta los mediáticos. Hoy las historias de familias, los análisis de los crímenes o las miserias más tremendas son los tópicos de la televisión. La vida de los actores y de la gente de la farándula pasó a segundo plano y fue reemplazada por historias más truculentas de gente anónima, que siempre tienen un costado farandulero.