Famosos digitales
*Por Hernán Maglione. Videos más o menos caseros logran millones de visitas. ¿El secreto? La magia de la web.
Matt sigue dando vueltas por el mundo y un buen día llega a Israel. Tasha y Dishka quieren aparecer en su próximo video y se meten en el gentío para participar del bailecito. Cuando terminan las tomas, Matt se acerca a las chicas: "¿Ustedes son las chicas Pixies? ¡Guau!". Está realmente feliz de conocerlas y les comenta a los demás quiénes son. "¡Oh my God!", grita una muchacha. Todos les sacan fotos y las filman.
Tasha y Dishka son dos chicas israelíes que en 2005 hicieron un videoclip casero de "Hey", de los Pixies, donde hacen la mímica de las letras, bailan y simulan tocar guitarras. "Los bailes estúpidos son divertidos", escribieron, y lo subieron a YouTube. Ese video ya fue reproducido más de 32 millones de veces, un número similar al de la población total de Canadá. No es que estas amigas israelíes tengan algún talento inigualable, incluso la calidad de la filmación es bastante pobre, pero Tasha y Dishka se ven simpáticas y divertidas, sin contar la impecable edición. ¿Por qué tuvieron 32 millones de visitas? Inexplicable.
Matt Harding es un gordito que tampoco le teme al ridículo a la hora de sacudirse frente a las cámaras, pero llevó su "habilidad" a otro nivel: se hizo filmar haciendo un torpe paso de baile en decenas de lugares famosos alrededor del mundo. En la Plaza Roja de Moscú, en el Taj Mahal, en el Kilimanjaro, en el tren transiberiano, en Times Square, en el salar de Uyuni, en Machu Picchu, Venecia, Petra, Isla de Pascua... Lo editó y lo subió a YouTube. Sus cinco videos más populares reúnen más de 100 millones de visitas.
Matt, Tasha y Dishka son famosos, ¿alguien puede dudarlo? Mucho más famosos que los Gran Hermano y todos los mediáticos juntos. No salen en televisión ni protagonizan películas, no hacen shows ni muestran sus casas de fin de semana en las revistas, son famosos digitales, exclusivos de internet.
La red logró que existan fanáticos de bandas que nunca editaron un disco en el formato convencional y jamás se presentaron en vivo. Hay blogs con historias que conforman novelas con todas las letras, que nunca serán impresas en papel. Existen miles y miles de ejemplos en la web de cortometrajes, documentales, unitarios, series, novelas e incluso programas de variedades o de chismes que no pasarán por el circuito comercial tradicional ni aparecerán en la televisión. La red hace tiempo que es un medio con vida propia más allá de los demás medios, e incluso tiene sus propios famosos.
Algunos obtienen rédito económico (Matt consiguió un patrocinador que paga sus viajes y en su web se jacta de no tener "un trabajo real"), pero la mayoría apenas debe conformarse con firmar autógrafos camino al supermercado de su barrio o paseando por algún exótico país a miles de kilómetros de sus hogares. Lo increíble de internet es su propia capacidad para convertir en "personalidades" a gente tan común como cualquiera de nosotros. Y lo impensado es que el mundo se haya vuelto pequeño, los famosos digitales ni siquiera tienen que hablar el mismo idioma que sus seguidores. ¿Cómo se explica que mi humilde y ecléctica colección de videos de YouTube tenga casi mil reproducciones en Arabia Saudita? No, no se explica, es internet.
En Israel tengo 500 visitas, quizás Tasha haya visto alguno de mis videos. Esas cosas extrañas suelen ocurrir en la web.