Falta un jugador/a
* Por Raúl Acosta. Las elecciones nacionales casi, casi arrancaron. Están casi todos en la cancha. Falta un sólo jugador/a. Cristina Elizabet Fernández de Kirchner.
La demora ahora tiene asidero. La cadena de mandos del robo es esta: Schoklender, Bonafini, De Vido, Kirchner. Es difícil decir que no hubo robo. También es difícil decir "no sabía nada". Hace falta más que un perejil en este asunto. CFK deberá bancarse a sus amistades. Se precisa una tragedia nacional ya, la queremos ya, urgentísimo, para cambiar el eje de las conversaciones. Un parricida, una desbocada, la izquierda loca alegremente puesta a timbear, el flanco siempre flácido del ministro De Vido. Al fondo del pasillo Cristina. Cómo abandonar una cocina gourmet. El periodismo sólo debía ponerse la servilleta y sentarse a manducar. Lo hizo.
El miedo al plan B. Cuando dijeron el reemplazo es Alicia Kirchner y Carlos Reutemann hubo silencios. Cuando sugirieron Daniel Scioli hubo alaridos. La fórmula Kirchner-Zafaroni trae sonrisas. Con algún gobernador trae preguntas. Con algún imberbe del 74 se enciende el botón amarillo. Con los hijos de los imberbes espanto. Todos prenden el botón de pánico. Hoy la señora tiene la segunda vuelta asegurada como primera minoría en la que sería su última elección. Junio no es mayo. Falta la encuesta pos Schoklender. Hasta ahora hay resto. En CFK el 40 por ciento es monolítico. El 60 por ciento está cribado. Son esdrújulas ambas, pero la política no es matemática. El porcentaje más cercano es el de Alfonsín. Sigue creciendo. Duhalde tendrá lo suyo. La señora Carrió, que sería una excepcional fiscal de Estado anticorrupción, cada vez que vuelve de sus viajes a EE.UU y/o Alemania resopla en todos los colores. El porcentual de intención, hoy, no la favorece. La aparición de Hermes Binner delata una tendencia. La derecha lisa y pura no tiene representantes. El peronismo deberá enviar una parte de sus votos a quien mejor la represente. Acaso el radicalismo también.
Las cuentas elementales suelen ser traicioneras. Juez es, como piso, el 30 del electorado cordobés. Pino Solanas es, del mismo modo, el 25 por ciento de los votos de Ciudad Autónoma. Stolbizer fue/es el 20 por ciento del electorado de provincia de Buenos Aires. Binner reúne el 40 por ciento de los votos santafesinos. No hay cuenta más redonda sobre votos posibles. Posibles no quiere decir reales.
Duhalde es una pesadumbre. Carrió una llamarada. Alfonsín el puerto seguro de un radicalismo que parecía menor, pero que "se comió" a Cobos y Sanz, en ese orden. No compren la mercadería Alfonsín por "litle Richard". Con Alfonsín los radicales pasaron a terapia intermedia, tal vez a sala común.
El termómetro dará su temperatura el 20 de junio. Debería estar la foto de Cristina y la fórmula. Quedarán horas para el casamiento. El que sea. Ya todo estará resuelto (muchos creen que hoy ya lo está).
El envión comienza el 10 de julio, con Ciudad Autónoma. El 24 de julio Santa Fe, el 7 de agosto Córdoba y allí, al toque, las internas nacionales.
Hoy, según las sonrisas socialistas, la consagración de Bonfatti es semiplena prueba de votantes consolidados. Esos votos del FPCyS se dividirían en Alfonsín, Binner y Carrió en agosto y oktubre.
La jugada de De la Sota pone a la provincia mediterránea como ejemplo. En Córdoba existe el verdadero bipartidismo clásico (radicales y peronistas) Eso pelea Juez. Romper el bipartidismo.
José Manuel De la Sota ha puesto el asunto nacional en un punto más claro. Fue/es militante desde 1960. Dijo esta semana: no fui guerrillero y no maté. Si eso es ser de derecha soy de derecha. Advertencia: los que bankan los delirios K deberían tener en claro qué bankan, qué cosa es, ideológicamente, el grupo K. Schoklender, Moreno, Gioja, Kunkel, Bonafini, De Vido, Jaime... (siguen las firmas).
Ricardo Alfonsín y De Narváez van por una jugada riesgosa. Si sale bien su timba provincia de Buenos Aires pondrá votos y candidatos. Muchos le piden votos solamente. Al "todo" de los K quieren oponerle otro "todos". Aclaración: provincia de Buenos Aires es doblemente unitaria. Recordarlo. Allí buscará votos la Margarita.
Agustín Rossi no es el delfín de CFK. Ni modo, dirían las series mejicanas. Dos anchoas en el Sahara y dame cuatro diputados nacionales ya. Subordinación y valor para servir al modelo. Eso es todo. El peronismo provincial quisiera adherir a Rossi, pero no puede. El lunes 13 ha dicho, en estas páginas, que lo suyo es Cristina. Listo. La señal de sodomización que significarán los diputados nacionales va de la mano de la falta de plata para la campaña provincial de Rossi. Entregará los diputados e igual: no recibirá plata. A Balcarce 50 no le interesa que gane Rossi.
Los 100 millones (piso mínimo) que precisa Binner y la Morandini llegarán, pero ¿de dónde? A qué preguntar, si nadie dirá nada de la plata de Duhalde, Carrió, Alfonsín y la plata de CFK, la más dulce para los publicistas (hay quien habla de 800 palitos para CFK).
La jugada de Macri, que nadie se la cree, Mauricio no puede inventar ni la del lobo y los corderos, cómo pensar que lanzó a Midachi salió fenomenal. Del Sel, en territorio santafesino, crece como la soja transgénica sobre el humus. En la bota Miguel Del Sel se pasea de la sala al comedor. Firma autógrafos, sonríe. Junta verdaderas muchedumbres. Agroactiva, este fin de semana anterior, fue un despiole. Hablando de la realidad de la provincia parece el viejo Matías, de Víctor Heredia. A veces murmura cosas incoherentes. Pero cuidado. Un discurso elemental, de un outsider, es atractivo. El Midachi está fuera del código. Pregunta: ¿la sociedad santafesina castigará a la política con el voto Midachi?
El martes 26 de julio, en el acto en "la Mandarina" (misa) estará la respuesta.
Aníbal Fernández, Timerman hijo y Randazzo están buscando referí para el partido. En realidad lo tienen. Estas elecciones las dirigirá don Julio Grondona. Apenas salga el último jugador/a dará comienzo el partido. Antes, no olvidar, deberán tener arreglado el tema de "Lole" y el castigo empresarial como productor sojero. Eso puede motivarlo seriamente a que de una vuelta de prueba. No está junio para esas cosas o, como diría Hebe, para esas pelotudeces.