Falacias, entregadores y farsantes
* Por Raúl Dellatorre. La mesa convocada para tratar "los modelos centrados en el endeudamiento externo y el mito de la insuficiencia del ahorro" dejó de lado el tono académico que sugería su composición, para convertirse en un animado intercambio sobre la disputa política que significó recuperar el debate sobre las ideas económicas en Argentina, tras las falacias que impuso el modelo neoliberal.
"La ortodoxia perdió la batalla histórica, pero sigue prevaleciendo en la teoría, porque desde la heterodoxia no se elaboró una explicación alternativa tan sencilla del funcionamiento de la economía", planteó Benjamín Hopenhayn, uno de los referentes clave del Plan Fénix. Jorge Gaggero, investigador del Cefid.Ar, señaló que durante los ’90 funcionó "un aparato de represión cultural que silenció a las voces disidentes".
El aporte teórico más atractivo estuvo a cargo de Fabián Amico, investigador de la Universidad Nacional de Luján, quien hizo una pormenorizada demostración de la falacia del ahorro externo como sostén de la inversión, como compensador de la insuficiencia del ahorro interno. "El crédito externo no cubre una insuficiencia del ahorro nacional, sino un déficit de divisas", señaló. Amico advirtió que el mito del ahorro externo fue la excusa para generar la dependencia del crédito externo y encerrar a la economía en una trampa financiera de la que no podría salir hasta el estallido del 2001.
José Sbatella, titular de la Unidad de Información Financiera, recordó que a fines de los ’90, en plena crisis de la convertibilidad, se insistía en que "sin ahorro externo no se podía seguir" y se volvió a recurrir a Domingo Cavallo como salvador. "El mismo que había nacionalizado la deuda externa privada en 1982, que privatizó todo durante el menemismo, llegó en el 2000 con la propuesta de privatizar la recaudación fiscal. Ahí estaban Juan Alemann y la banca internacional esperando para hacerse cargo, pero se lo bloqueamos entre un grupo de audaces y el sindicato de la DGI. Hubiera sido la culminación del ciclo de Cavallo: atar la recaudación al pago de la deuda".
Hopenhayn hizo referencias a las transformaciones en el escenario mundial que obligan a un cambio en las teorías heterodoxas, que aún está pendiente. "El déficit en el comercio y las inversiones ya no explican la necesidad de divisas; las transacciones en moneda extranjera representan tres veces los movimientos por aquellos conceptos", subrayó. "Este predominio especulativo siempre termina en burbujas, hasta que explotan para volver al equilibrio", dijo, para rematar, "la pregunta es cuánto tiempo nos dará la próxima crisis para transformar nuestras economías".
Jorge Gaggero, investigador del Cefid.Ar, hizo un entretenido relato en torno de "la farsa" del combate mundial a la fuga de dinero y los paraísos fiscales. "Los principales autores que dan estimaciones de fuga son ex funcionarios del FMI o el Banco Mundial, al igual que los creadores de Transparency International, que entre los 20 países mejor rankeados por nivel de decencia, diez son paraísos fiscales." Y remató con un dato escalofriante: entre 2001 y 2010 se fugaron unos 5,2 billones de dólares de los países del Hemisferio Sur, "un monto equivalente a los fondos de ayuda que aplicaron la Reserva Federal y el Banco Central Europeo para contrarrestar la crisis; es decir, financiamos completa la crisis global".