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Fabián Gianola, la verdad es una sola

El jueves sobre el final de la tarde, se conoció la resolución que, por el momento, pone un paño frío al linchamiento mediático que viene padeciendo Fabián Gianola.


En una resolución impecable, pero por sobre todas las cosas analizado y razonado, pone a la causa en su lugar con lo que hay hasta el momento. Que si bien no alcanza para desvincular al actor de los hechos, de ninguna manera se lo puede procesar y detener como pretenden los acusadores particulares. 

De paso, le sugiero a la fiscalía algunas cosas que podría hacer.  
 
La resolución arranca diciendo:  "Llegado el momento de resolver la situación procesal de Fabián Javier Gianola, considero que –en consonancia con la orfandad probatoria reunida en autos hasta el momento- deviene atinente disponer la falta de mérito para sobreseer o procesar al nombrado, conforme lo prescribe el art. 309 del Código Procesal Penal de la Nación".  

La fiscal había pedido el procesamiento del actor, y las victimas se pusieron a mediatizar cuestiones que no cierran por ningún lado.

La patria feminista se acordó de toda mi familia por mi anterior columna. Según ellas, le falte al respeto a “las victimas” sólo por cuestionar sus dichos que ellas hicieron público. La jueza, luego de analizar el descargo de los defensores del actor, entre ambas versiones, la acusadora y la que defiende, optó por la que correspondía: parar el ataque mediático con el acusado y sugirió a los acusadores, que trabajen, porque lo que hay ES NADA. En idioma amigable, mucho humo.

Luego de realizar un minucioso análisis y analizar las pruebas, llegó a una conclusión que yo les había adelantado en mi anterior columna. Si bien estos episodios casi siempre se dan en la intimidad, aquí por el contrario, se dice que los cuatro hechos ocurrieron frente a testigos y después de declarar éstos en concreto nadie vio lo que dicen que paso, nada respalda las acusaciones.

Y de tanto rascar el fondo de la olla, surge esto: en el caso de la víctima Meneses se pisó cuando declaro que se trató con la terapeuta  Andrea Latieri por las secuelas del abuso, y al momento de su declaración la profesional aclaro todo: la conoció en un evento social, más precisamente en una fiesta, con lo cual no existió con esa profesional apoyo terapéutico.   sea, mintió. Y quien miente en lo menos, miente en lo más. Algo parecido sucede con la “locutora” Viviana Aguirre, cuando jura y perjura que el acusado le introdujo cuatro dedos en el estudio de radio Colonia, frente a testigos, y estos, ni siquiera la vieron moverse. 

Bueno, estas enormes contradicciones llevaron a la jueza a poner las cosas en su lugar. Por el momento, lo que pasó, si pasó, no es delito. Las partes juraron que en Cámara revertirán esto. ¿Mi pronóstico? Confirman lo resuelto por la jueza. 

Por eso y como regalo de Navidad les digo, existen jueces independientes y honestos. Aquí la prueba de ello.

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