¿Existen superalimentos para prevenir el cáncer de mama?
Consultamos a un mastólogo para conocer cuáles son los alimentos que disminuyen el riesgo de desarrollar la enfermedad, y cuáles debemos evitar.
En los últimos años la alimentación orgánica se ha convertido en una tendencia que continúa en aumento en todo el mundo, y gran parte de su atractivo puede explicarse porque se propone como alternativa a dos de las principales problemáticas que preocupan en nuestro tiempo: la salud y el cuidado del medio ambiente. "El término 'orgánico' se utiliza para referirse a las plantas que se cultivan sin pesticidas, insecticidas ni fertilizantes químicos; también se refiere a las carnes, las aves de corral, los huevos y los productos lácteos criados o producidos sin antibióticos ni hormonas del crecimiento, y alimentados con granos y otros alimentos orgánicos", explica el mastólogo Luciano Cassab.
Y agrega: "Cuanto más natural es el alimento, menos tóxico es para el organismo, y de esa manera el cuerpo queda menos expuesto a los carcinógenos y otras sustancias químicas que puedan resultar perjudiciales para la salud".
Al consultar al especialista respecto de la relación entre alimentación y cáncer de mama, el miembro de la Sociedad Argentina de Mastología responde: "Una alimentación saludable ayuda a prevenir muchísimas enfermedades; y si a una dieta equilibrada le sumamos actividad física, contribuimos a reducir la posibilidad de tener cáncer de mama".
Si bien el mastólogo menciona ciertos alimentos -principalmente las frutas, verduras y legumbres- como protectores, la disminución del riesgo de cáncer de mama requiere fundamentalmente de mantener un peso saludable: "Un aumento del índice de masa corporal mayor a 25 está relacionado en forma directa con el desarrollo de la enfermedad o la reaparición de la misma luego de contraerla. El aumento del tejido adiposo induce cambios metabólicos, como la resistencia a la insulina implicada en el desarrollo, división y crecimiento de las células tumorales. Por otro lado, el tejido adiposo juega un rol importante en la síntesis de estrógenos, promotores directos del desarrollo y crecimiento tumoral".
Entonces, antes que esperar un superalimento que prevenga la aparición del cáncer de mama, debemos tener una dieta equilibrada y realizar actividad física para evitar el sobrepeso y la obesidad, factores que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad. "Recomendamos incorporar al menú verduras de hoja verde, calabaza, tomate, brócoli, repollo, zapallo y legumbres, así como también aceite de oliva y frutas frescas. Por el contrario, las dietas ricas en grasas, carne animal, lácteos, quesos, manteca, harinas blancas y el alcohol deben evitarse o consumirse con mucha moderación, ya que -dado su alto contenido calórico- aumentan el riesgo de enfermedad", detalla el mastólogo.
La vida sana a través del ejercicio físico, el sol -que aumenta la vitamina D- y una dieta saludable en base a frutas, verduras y legumbres, contribuyen a disminuir el riesgo de cáncer de mama. El especialista en salud mamaria destaca: "Estos hábitos permiten contrarrestar ciertos factores como el sobrepeso y la obesidad, que aumentan la posibilidad de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, es fundamental que las mujeres consulten de manera frecuente al mastólogo y realicen los estudios de control, ya que los principales factores que inciden en la aparición del cáncer de mama son el sexo, la edad y los antecedentes familiares de la enfermedad, ninguno de los cuales puede prevenirse, evitarse o contrarrestarse".
Si bien aún se investigan las causas que generan el cáncer de mama- y todavía restan identificar muchas de éstas-, Cassab manifiesta que "el desarrollo del cáncer de mama es multifactorial, e intervienen desde las mutaciones genéticas hasta las exposiciones a diferentes carcinógenos y estados de contaminación ambiental que hacen propicia su aparición".
El especialista explica que "es posible encontrar disruptores hormonales en productos de limpieza, cosméticos, insecticidas, pesticidas, plásticos y conservantes. Estas sustancias químicas que actúan en dosis bajas pueden producir alteraciones hormonales, y muchas investigaciones científicas reconocen una relación entre éstas y el desarrollo del cáncer de mama".
La detección temprana del cáncer de mama a través del diagnóstico por imágenes es la principal herramienta para luchar contra la enfermedad, ya que permite detectar el tumor en sus estadios iniciales, cuando en más del 90% de los casos es curable. La Sociedad Argentina de Mastología recomienda realizar una mamografía anual a partir de los 40 años a todas aquellas mujeres asintomáticas, con estudios clínicos normales y sin antecedentes de la enfermedad. En las pacientes con antecedentes de cáncer de mama en familiares de 1° grado (madre, hermana) se recomienda iniciar con la mamografía 10 años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano.