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Exhibición de deformidades

Lejos de ocultar sus sorprendentes callos, estos hombres están orgullosos de mostrarlos.

La Festa dei Gigli se lleva a cabo todos los años en la ciudad italiana de Nola. Celebrando a San Paulinus, que en el año 410 de nuestra era salvó a su pueblo de la invasión de los Visigodos, los habitantes del lugar cargan pesados obeliscos de madera sobre los hombros caminando por las calles de Nola, lo cual, con el tiempo les genera callos gigantes.

Fotos artísticas de hombres que llevan diferentes deformaciones en la espalda y cuello debido a la práctica de ciertos deportes han estado circulando en la web recientemente. Son las obras del fotógrafo italiano Antonio Busiello, que hace poco ganó el primer premio de la Exhibición Internacional de Fotos de la Royal Photographic Society.

Los hombres que aparecen en estas fotos con conocidos como "cullatori", o "mecedores de la cuna", y son los responsables de cargar largos obeliscos de madera sobre los hombros durante la Festa dei Gigli, en Nola, al sur de Italia. Estas estructuras decorativas tienen 25 metros de altura y pesan unos 2.500 kilos. Los cullatori las cargan por las estrechas calles de Nola durante un día y una noche sin parar, lo cual les deja con enormes callos en la espalda y los hombros.


Pero lo más fascinante sobre estos seguidores de una antigua tradición, en lugar de ocultar sus deformidades físicas, las exhiben con orgullo como símbolo de su sacrificio y devoción a San Paulinus, que alguna vez dio todo -hasta sus posesiones- para salvar a los ciudadanos de Nola durante la invasión de los Visigodos.