Exclusivo DiarioVeloz - Cromañón y los inundados de La Plata: historias que aterran
Un músico radicado en La Plata de paso por Buenos Aires nos llama para contarnos una historia sucedida en Berisso, y la conversación derivó a la masacre del boliche de Chabán.
Por Jorge D. Boimvaser
@boimvaser
Nos conocemos hace más de veinte años. Le reconozco su vasta y exitosa carrera en el plano artístico, y sus valores personales. Me resulta por experiencia una fuente confiable, le respeto que pida reserva de identidad y escucho su relato tétrico.
Vive en los alrededores de Berisso, y ahí ocurrieron situaciones hasta ahora desconocidas sobre la inundación de comienzos de abril.
En esa zona dicen los vecinos que hubo casi 60 personas fallecidas debido a intoxicaciones sufridas cuando las aguas hicieron desbordar las napas subterráneas altamente contaminadas.
Las casas se inundaron desde abajo, entrando por las alcantarillas y desagües internos y en los días posteriores al 2 de abril se produjeron esas muertes debido a infecciones en personas que quizás tenían el sistema inmunológico deficiente. Este sistema es la defensa natural que tiene el organismo para prevenir el ataque de virus y bacterias. Las enfermedades que se desarrollan cuando el sistema inmunológico no funciona correctamente se llaman enfermedades autoinmunes y pueden provocar la muerte en pocas horas de las personas agredidas por agentes patógenos.
Las napas contaminadas entran en las casas, como nos dicen ocurrió en Berisso, y las personas vulnerables (por edad, mala alimentación o enfermedades previas) son invadidas y en pocas horas les produce la muerte. No murieron ahogadas, pero sí a causa de la fatídica inundación.
No entran en las estadísticas oficiales, aunque la causa de los decesos haya sido a consecuencia del diluvio y la falta de obras de infraestructura para prevenir las consecuencias de estos desastres naturales.
Le decimos a nuestro interlocutor que algo así ocurrió tras la masacre de Cromañón. Muertes posteriores que no se contabilizaron junto a los 194 chicos caídos el 30 de diciembre del 2004 en el boliche de Once.
Y entonces escuchamos una historia que jamás se nos había cruzado antes por el camino. El músico sabe de lo que está hablando y como quien esto escribe declaró en la causa citado por el juez Alberto Baños, nos cuenta una versión hasta hoy ignorada.
¿Fue un atentado, un ataque intencional lo que ocurrió la noche que tocó "Callejeros"?
La versión que nos relata cuenta que un tiempo antes del 30 de diciembre, Patricio "Pato" Fontanet había firmado un contrato con una productora que iba a gerenciar su creciente actividad musical.
"Callejeros" había tocado en el club Excursionistas llevando quince mil personas, y una productora les ofreció un jugoso contrato para representarlos.
Los músicos soñaban tener una trayectoria independiente de tutelajes, pero aquella oferta era tentadora y Fontanet decidió aceptarla.
Cuando se lo dijo a Omar Chabán, el dueño de Cemento y Cromañón, se enojó porque la banda de rock se ponía bajo las órdenes de una productora que iba a acercar sponsors y publicidad cuando el ideario de ellos había sido mantenerse independientes de ese tipo de financiación.
Ahí fue cuando Fontanet habría decidido romper el contrato y hacerle caso a Chabán. Se lo comunicó a dicha productora y éstos atinaron una velada amenaza, que no la iba a pasar bien "Callejeros" deshaciéndose de la empresa a la que en un comienzo le había dado la aprobación.
¿Una velada amenaza? "La productora precisaba un incidente grave, un muerto para que otros grupos como "Callejeros" aprendieran la lección, necesitaban un muerto y tuvieron casi doscientos la noche del 30 de diciembre" nos dice con conocimiento de causa.
¿Por qué no dijeron esto los músicos y Omar Chabán en el juicio?, queremos saber.
La respuesta es que se dejaron orientar mal por abogados y personas que sacaron ventaja del estado de vulnerabilidad en el que se encontraban. La versión en el mundillo de la música rock es que esa noche fue una pequeña bandita de pibes (en el expediente del juez Baños se mencionaba al hijo de un político influyente de la zona de La Matanza) que entraron a arrojar pirotecnia que hasta fue provista por Susana Fontanet, la madre del Pato.
Y como cuando el diablo mete la cola la mete hasta el fondo, había resultado que Omar Chabán colocó esa maldita media sombra, -una red hecha con fibras de plástico y otros materiales que al inflamarse destilan humos tóxicos- para tapar un efecto lumínico que había en el techo de Cromañón.
"Esas estrellitas de efectos de cielo nocturno son para trolos, no para el rock", habría sido la explicación de Chabán para justificar el tendido en el techo.
Los bengaleros de Cromañón habrían ido esa noche para provocar algún incidente que sirviera de escarmiento a "Callejeros", y se llevaron en andas casi 200 muertos.
Las víctimas posteriores no entraron en las estadísticas oficiales; tampoco los muertos intoxicados de Berisso y adyacencias figuran en los listados de muertos por la inundación.
La justicia tiene tiempo aún –hay que ver si también tiene voluntad- de seguir las pistas de estos informes que publica DiarioVeloz y al menos intentar que los responsables de tantos decesos no queden impunes. Y de paso darles números creíbles a la fraguadas estadísticas oficiales.
Los lectores de este portal que afirman haber visto tantos cadáveres flotando, tantos muertos escondidos, no están delirando. Nosotros tampoco, ¿es mucho pedir que se conozca solamente la verdad? Al menos en cuanto a nosotros respecta, no bajamos los brazos nunca ni nos damos por vencidos.