Evitar confusiones con la boleta única
*Por Miguel Kilibarda. La Ley nº 13.156 instaura en nuestra provincia un nuevo sistema eleccionario. El denominado de boleta única.
Dicha ley, sancionada por la Cámara de Diputados en primer lugar y votada por el Senado "sorpresivamente" a fines del año pasado, puede considerarse como un nuevo paso hacia instancias de transparencia democrática.
Puede, no sin algo de razón, aducirse que se hace un cambio muy grande con poco tiempo para su instrumentación, pues tenemos este año elecciones nacionales y provinciales. Y no es poco: junto a la categoría gobernador, senadores y diputados provinciales se le suman la de intendente, concejales y miembros comunales. Y, casi juntas, las elecciones nacionales de presidente y diputados nacionales.
Debemos agregar que todo se hace, por primera vez, con elecciones obligatoria dobles: a las ya conocidas abiertas, simultáneas y obligatorias de nuestra provincia, se incorpora un sistema similar para la elección nacional.
Es fácil deducir que "estaremos" en campaña todo el año. Agregado a que nuestros gobernantes, tanto nacionales, provinciales como municipales, viven declamando democracia y transparencia, pero a la hora de practicarla los "límites" parecen muy flexibles, pues utilizan el Estado como herramienta partidaria para "imponer" candidaturas, descalificar adversarios (de propio cuño o ajeno) y violando las disposiciones legales ya hacen campaña, es imprescindible la mayor simpleza y claridad posible en la instrumentación del nuevo sistema.
Las declaraciones del gobernador queriendo llevar tranquilidad a la población sobre la facilidad de aplicación de la nueva ley, nos crean dudas. Por ejemplo, si como lo dice reiteradamente, se tratará que "todo el pueblo de la provincia tenga la información en forma clara y sencilla", o como expresa el decreto reglamentario de la ley "debe garantizarse que el elector tenga claridad y tiempo", el texto legal y su reglamentación, se han esforzado en complicar al elector. ¿Por qué se cambia para esta elección el número que identifica a los partidos políticos desde el reinicio de la democracia?
Desde 1983 hasta la fecha, en todas y cada uno de las elecciones nacionales y provinciales, en todo el territorio de la Nación Argentina, los distintos partidos tienen asignado un número. El mismo les fue otorgado por la Justicia Electoral a medida que presentaban la documentación para su reconocimiento. Ello ha sido adoptado por todas las jurisdicciones provinciales y es una muy buena forma de evitar confusiones al electorado. Ha sido aplicada en toda la Nación como un elemento integrador, práctico y que evita manipulaciones.
Como ha sido histórico también, las alianzas electorales transitorias, o sea las que se forman para una sola elección, se les otorga un número para ese acto eleccionario.
En esta oportunidad el gobierno de la provincia convalida un cambio a nuestro criterio erróneo. Deja de lado los números que siempre se utilizaron y hace un sorteo, que servirá para esta sola elección, creando una confusión innecesaria. Y que, aparentemente, no es inocente, transparente ni democrático.
Por si fuera poco, casi en simultáneo, se desarrollarán las elecciones nacionales y allí todas las agrupaciones políticas participarán con el número con que lo han hecho siempre.
Por ello es que discrepamos con que se haga un sorteo para "darle número" a los partidos.
Deben mantener su número histórico, lo que se debe sortear es la ubicación, dentro de cada partido, de las distintas listas que se presenten. Lo contrario es hacer un importante aporte a la confusión del electorado. Porque debemos recordar que de los aproximadamente 2.500.000 santafesinos que estarán en condiciones de votar, posiblemente un 70 por ciento lo tenga que hacer en una mesa distinta de donde lo hizo la última vez y más del 50 por ciento en un lugar diferente del que utilizó en las elecciones anteriores. Y que la Boleta Única, o sea el voto, no es uno. En las ciudades son cinco boletas únicas y en las localidades cuatro boletas únicas. Y que cada votante debe "buscar" la opción que quiera, marcar con una lapicera una por una en todas las boletas en el lugar fijado para ello, plegar cada una y luego buscar las urnas, serán cinco o cuatro según el lugar, e introducir cada "boleta única" coincidiendo el color con la urna respectiva.
Fácil es deducir que a todas las personas mayores se los empujará a la opción que les permite la ley de no presentarse a votar. Y que estaremos ante una de las más aberrantes formas de discriminación y fraude.
Lo que sería transparente y democrático es evitar esta tramposa distorsión.
*Por Miguel Kilibarda - Presidente del MID de la provincia de Santa Fe.