Europa, un futuro negro y lecciones de la crisis
Por Bernardo Kliksberg De acuerdo a los pronósticos de la Comisión Europea, la Europa del Euro sólo crecerá a la muy baja tasa del 1.5% este año. Ello no permitirá mejorar sus agudas tasas de desempleo que superan el 10.2%, y significan cerca de 25 millones de personas desempleadas.
La perspectiva es peor para el próximo año: crecería sólo un 0.5%
La Comisión tuvo que revisar a la baja sus estimados anteriores que eran de 1.6% y 1.8%. Aún la economía alemana tendrá un crecimiento muy bajo del 0.8% en el 2012. Las otras tres economías más grandes, Francia, Italia, y España, crecerán menos del 1% en 2012.
Los países que bajo la presión de los más fuertes, y de los organismos financieros, están aplicando a fondo la receta ortodoxa, no mejorarán sino que empeorarán.
La economía griega caerá un 2.8% en el 2012, después de fuertes caídas desde que viene ejecutando el paquete de ajuste que forma parte central de los préstamos que se le dieron.
Portugal, que está bajando críticamente -entre otros- el gasto en educación y salud, con los consiguientes sacrificios para su población, tendrá, según la Comisión Europea, una caída del Producto Bruto del 3% en el 2012 peor aún que la de Grecia.
La deuda externa de Grecia, alimentada por los altísimos intereses que paga, seguirá creciendo. Significó en el 2011, el 162,8% del Producto Bruto, y subirá en el 2012, al 198%.
¿JOVENES SIN FUTURO?
Será muy difícil para un joven conseguir un primer empleo en estas economías. Las tasas de desempleo juvenil se acercan al 50% en Grecia, e Irlanda, y alcanzan el 42% en España.
Hay quienes argumentan desde la ortodoxia económica que ésta es la crisis del Estado Benefactor, que trata de asegurar a todos sus derechos sociales básicos.
Es muy difícil de sostener. Resulta que -como destaca el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman- a Suecia, el Estado más benefactor de todos ellos, le va muy bien.
Es uno de los pocos países donde el producto bruto es mayor que antes de la crisis. Incluso en los países en situación difícil, el gasto en programas de bienestar es menor en porcentaje del producto bruto que en Alemania.
Por añadidura, Canadá, que tiene un sistema de salud pública universal y una importante red de protección social, ha enfrentado la crisis mejor que la economía americana, que no los tiene.
LECCIONES DEL MERCADO
La promesa, en tanto sufrimiento de los pueblos, es que los mercados los tratarán mejor. Pero no ha sido el caso de Irlanda, que hizo todos los ajustes que se le pedían. Su tasa de desocupación se disparó y es casi un 50% superior a la europea, 14%. Los mercados no la tratan muy bien, paga por sus bonos un interés superior al 8%, mayor aún al de Italia.
Ojalá las ideas ortodoxas en economía, que tuvieron tanto peso en América latina, funcionaran.
Que condenando a los pueblos a enormes descensos en su nivel de vida, como está sucediendo en Grecia, Irlanda, Portugal, y amenaza suceder en medida creciente en España e Italia, restableciera el crecimiento y produjera empleos.
Pero la realidad no funciona así. La receta produce un gran descenso en la demanda interna.
La baja del consumo, destruye las pequeñas y medianas empresas, se retrae toda la actividad económica, baja la recaudación fiscal, el déficit se amplia.
Se tiene el peor de los mundos, con más recesión, desempleo, y tasas de interés más altas por parte de los acreedores.
Además cuanto más se debilitan las economías, más crecen los ataques especulativos externos contra ellas.
El sacrificio sólo sirve a los grandes intereses financieros para cobrarse en base a los préstamos finalmente financiados por la población, y a las elites internas.
Un editorial del respetado New York Times hace una advertencia muy clara a las elites de poder europeas (3/11/11): "Los líderes europeos deberían prestar más atención a las dificultades de los griegos comunes, y menos a las de los banqueros europeos ricos".
Para tener en cuenta, sacar conclusiones y no cometer errores semejantes en una América latina que está explorando nuevos caminos.