DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

"Estoy muy enamorada, como el primer día"

Aunque sea Mauricio Macri el actor principal de su campaña política, es Juliana Awada quien centra todas las miradas cuando aparece. Y sabe su papel: sonreír y hablar poco.

La estrategia de campaña de Mauricio Macri volvió a repetirse ayer también en su paso por Mar del Plata. El precandidato de PRO apareció caminando sin la compañía de Juliana Awada, en el puerto de la ciudad. Lo hizo sólo rodeado por sus asistentes, agentes de prensa y, en este caso, se sumó la Reina de Los Pescadores.

A los dos minutos, ella bajó las escaleras laterales del Puerto seguida de cerca por Ivan Pavlovsky, vocero histórico del jefe de Gobierno. Y como en la jornada de ayer en lo de Mirtha Legrand y en la cena posterior, Juliana exhibió su esbelta figura con un look cómodo y sensual: pelo suelto y con volumen, vestido de gasa salvaje color visón con detalles de encaje, de finos breteles y espalda descubierta, clásicos Clipper de Ray Ban, Rolex masculino y Havaianas al tono. Imposible no observarla en medio del paisaje portuario.

Apenas se le acercaron los fotógrafos, Juliana confirmó que su presencia es parte de la campaña que está realizando el titular de PRO: "Yo sola, fotos no", pidió con una sonrisa que mantuvo hasta que finalizó la recorrida.

Esposa muda. "¿Quién es el hombre de camisa?", consulta un turista de Tucumán, quien pareció desconocer al ex presidente de Boca Juniors. "Ah, Macri, claro... –agrega su mujer– , no lo reconocimos porque se sacó el bigote." A la consulta sobre si lo votaría en las próximas elecciones presidenciales, dijo: "Ni loca, pero es re lindo".

Hasta ese momento, Awada seguía el recorrido a no menos de tres metros de distancia del séquito que acompañaba a su marido. PERFIL se acercó a la empresaria, quien consultada sobre su presente marital dijo: "La convivencia realmente va muy bien y estoy muy enamorada, como el primer día". También comentó que la fotografía es su pasión, pero que no tiene pensado hacer exposición alguna porque "sólo hago fotos para tener de recuerdo de mi familia, de mis viajes".

En ese momento, Pavlovsky interrumpe ordenando que "ella no habla con los medios". Esta incómoda situación no cayó muy bien a Juliana: ella lo miró y por primera y única vez durante el recorrido por el puerto se puso seria y la sonrisa desapareció de su rostro. Pero como ella sabe cómo funciona la estrategia de campaña, a partir de ese momento sonrió para las fotos sin emitir palabra y teniendo a Pavlovsky como marca personal permanente.

A la cancha. Mientras tanto, ajeno a todo esto, el jefe de Gobierno porteño seguía saludando a la gente que lo miraba sorprendida. Le pedían su Facebook, que vuelva a ser el dirigente máximo de Boca y solamente un solo turista gritó: "Macri presidente". Luego, cinco amigos le gritaron: "Eh, saludá a los pibes"; él se acercó y antes de saludarlos, tomó una de las tres cervezas que estaban sobre la mesa y bebió un trago del pico. Así, se ganó el aplauso de los jóvenes.

Ya en el interior del salón de comidas, Awada se alejó y se mantuvo aún más alejada de los medios, no comió nada, sólo pidió agua en el único cruce que tuvo con Mauricio y también bebió del pico.

La recorrida de Mauricio finalizó con anticipación. Es que el calor que azotó ayer a Mar del Plata se sintió de manera ostensible dentro de la carpa: uno de sus asistentes pidió que Juliana fuera al auto Kia Cerato Forte para ganar tiempo porque "Mauricio no se siente bien de la

presión", aclaró. Por la noche, ambos fueron al estadio mundialista de Mar del Plata para ver el clásico Boca-River.

Como siempre, Juliana desplegó su innata seducción durante los dos días de visita. El viernes, llegó al hotel Costa Galana –donde Macri participó del almuerzo con Mirtha Legrand– con un juvenil conjunto de lino con blusa tráslucida y jabot y falda corta en la misma textura. Por la noche, para cenar con su marido y Miguel del Sel, vistió una camisa de seda color visón con cartera al tono, jeans y sandalias con plataforma. Y ayer en el puerto, usó un vestido que había estrenado en enero de 2010 en Punta del Este pero que, nuevamente, fue elogiado por las mujeres.