Esto revelaron las imágenes de las ARA San Juan que vieron los familiares
La larga sucesión de imágenes mostró al detalle el estado actual de la malograda embarcación.
Fue largo el peregrinar de familiares y abogados querellantes para consensuar internamente y frente al poder judicial la oportunidad y las condiciones en las que se llevaría adelante la muestra de las miles de fotografías y varias horas de videos que el buque Seabed Constructor, propiedad de la empresa Ocean Infinity, responsable de la búsqueda del submarino ARA San juan, recolectó el pasado 16 de noviembre de 2018.
La interna fue compleja. El juzgado federal de Caleta Olivia está muy lejos de los domicilios del grueso de las familias, los recursos técnicos y humanos de los que dispone la jueza Marta Yáñez son escasos y pergeñar un enlace nacional con sedes judiciales desde allí incluía altas chances de fracasar.
Finalmente, y luego de una primera tarea de decodificación de las imágenes espectrales con equipos especiales con los que cuenta el Servicio de Hidrografía Naval, se convinieron las reglas del juego para el tan ansiado día.
La magistrada dispuso constituirse en el Consejo de la Magistratura ubicado en la ciudad de Buenos Aires, el mismo recinto en el que estarían parte de los familiares, pero alejada de los mismos a efectos de ponerlos en condiciones de igualdad con el resto de los allegados que -de acuerdo a su radicación por domicilio- presenciarían por videoconferencia la proyección de las imágenes.
Se abrió un registro que incluyó padres, hermanos, parejas o esposas, hijos mayores de edad y algunas situaciones especiales por pedido expreso.
La jueza asumió el compromiso personal de no permitir la distribución de imágenes a los medios de prensa, a efectos de no transformar el acto procesal en un espectáculo público.
Solo luego de que los familiares tomaran vista, se habilitaría la exposición para legisladores de la Comisión Bicameral y sus asesores y, luego de ello, querellantes y peritos podrán acceder a las mismas, siempre con los recaudos policiales necesarios para que no tengan posibilidades de extraer copia de ninguna imagen.
Una jornada extenuante física y emocionalmente
Puntualmente a las 13 de este martes (23 de abril), en 17 sedes del poder judicial a lo largo y ancho del país, poco más de 140 familiares comenzaron a presenciar vistas del ARA San Juan. Primero vieron el estado en el que zarpó hacia su último viaje, luego una serie de 9 videos -de media hora cada uno- más dos muy cortos de 3 minutos el primero y 18 segundos el restante.
Si bien se intentó demostrar que nada había sido editado ni cortado, algunos de los asistentes a la proyección manifestaron lo contrario. Al mismo tiempo, creen entender que por cuestiones de brevedad y claridad se eliminaron largas escenas donde se ve solo agua y se armó la secuencia de forma tal que fuera más compresible para todos.
La larga sucesión de imágenes mostró al detalle el estado actual de la malograda embarcación. Algunas confusas o borrosas, otras con una claridad espeluznante. "El saco naval del Segundo Comandante del submarino yace en el fondo del mar, parcialmente tapado por arena, pero con sus galones a la vista. Dados los mismos y siendo el único oficial con jerarquía de capitán de coberta, pudimos comprender que perteneció a Jorge Bergallo", narró a Infobae una de las presentes.
Tanto el Comodoro de Marina Gabriel Attis como el Capitán de Navío Víctor Ortiz hicieron las voces en off (fuera de la vista de los familiares) pero con el único propósito de clarificar lo que la cámara del ROV fue registrando en su recorrida por los restos náufragos de la nave.
La imagen más impactante
Luego de muchas tomas mostrando los restos arrugados y deformados del casco resistente, una imagen causó un fuerte impacto entre los presentes. Un orificio de grandes proporciones a la altura de la sala de máquinas se proyecta de adentro hacia afuera. "Está abierto como una lata", describió otro de los presentes.
Tanto los peritos navales consultados por Infobae como desde fuentes cercanas a la Armada se apresuran a aquietar cualquier especulación en este sentido aunque con distintos argumentos.
"Determinar si un agujero en la estructura del casco es producto de una explosión interna o si la reacción a una deformación inversa ocurrida en las proximidades del orificio, es algo que no se puede responder sin un análisis previo. Lo que sí es cierto es que si ese orificio se hubiera originado como consecuencia de una onda expansiva producto de una explosión, la teoría de la implosión por la acción de la presión marina comienza a perder sentido. Si el submarino se inundó completamente a 40 o 50 metros, las presiones interna y externa se compensaron a una relativamente baja profundidad y la nave se proyectó a una velocidad alta contra el fondo del mar. En ese caso el impacto con el lecho fue el que causó todo el resto de los daños apreciados. Pero es prematuro concluir algo así", remarcan los profesionales del mar.
Una explicación técnicamente factible la aporta uno de los más experimentados submarinistas de la Armada Argentina: "El submarino al perder el control se precipitó al fondo del mar de punta (proa). Al llegar aproximadamente a los 700 metros, la proa implosionó abriendo una vía de agua que a gran velocidad comprimió el aire que se encontraba dentro del submarino, ese aire elevó su presión al punto de hacer explotar la parte posterior del casco, cerca de la sala máquinas, y eso es lo que se aprecia en las imágenes". Pero una vez más el oficial naval ubica su teoría en un plano de conjetura.
Otro de los aspectos no menores es que la parte que se puede apreciar del interior de la nave muestra mamparos y tuberías con sus colores originales, lo que permite inferir la ausencia de llamas ya que, de haber existido fuego, la pintura sintética que los recubre se hubiera ennegrecido.
Un cajón de fruta o verdura, que seguramente alberga en su interior algún elemento de peso que lo mantiene en el fondo, tornillos, el mameluco de trabajo de un tripulante y la apreciación de partes internas de la nave totalmente destruidas, se destacan como lo más impactante.
"Luego de salir del lugar nos quedamos juntos analizando lo que vimos, tratando de comprender lo que pudo haber pasado, pero fue mucho más fuerte de lo que esperaba", sostuvo otra de las testigos del acto consultadas por este medio.
Durante una conferencia de prensa posterior a la muestra, la jueza Yáñez aclaró que el material no fue editado y fue emitido en crudo, tal como lo envió la empresa Ocean Infinity. "Entiendo que los familiares quedaron conformes", enfatizó.
"Estamos cerca de llegar a una conclusión. Estamos mucho mejor que el año pasado cuando no aventurábamos siquiera que podíamos contar con el submarino. Hoy tenemos unas imágenes que son excepcionales. Realmente todos quedaron sorprendidos por la calidad. Sabemos que con imágenes solas no se llega a una conclusión y yo no puedo merituar una prueba en particular sino que tengo que merituar todo el prexo probatorio que tiene la instrucción, que es bastante compleja", añadió Yáñez ante los medios presentes.
La causa sigue en trámite. Ahora, la magistrada convocará oficialmente al cuerpo de peritos que la asesorará, mientras que las querellas ya tienen convocados a sus propios profesionales.
Días pasados, Luis Tagliapietra -uno de los querellantes- manifestó su opinión de recurrir a peritos navales extranjeros ya que, según explicó, todos los peritos nacionales de una u otra manera guardan relación con la Armada Argentina, lo que les resta independencia y credibilidad.
"Estamos trabajando de una manera seria y tampoco nos vamos a precipitar porque creemos que podemos llegar a la verdad material que requiere el proceso penal. Lo único que se sumó desde el juzgado es que se descarte la hipótesis de un conflicto bélico porque está en el imaginario popular y es una hipótesis a descartar, ciertamente. Es una causa que supera el interés nacional y que si alguna virtualidad ha tenido es que todos los argentinos estemos por unos días del mismo lado del mostrador esperando a nuestros 44 tripulantes", concluyó la jueza.