Este es el principal acusado por el crimen de Mariano Barbieri: su larga historia de antecedentes
Isaías Suárez, arrestado ayer en la Villa 31, acumula al menos 14 causas en la Justicia porteña. En abril de este año fue procesado por incendiar un colchón en el penal de Marcos Paz.
En las últimas horas de ayer, dos hombres fueron detenidos en la investigación por el crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero asesinado la semana pasada en Palermo.
Uno de ellos, el principal sospechoso, fue identificado como Isaías José Suárez, de 29 años, que fue capturado en la Villa 31 por la Policía de la Ciudad, luego de una investigación de la fuerza porteña bajo el fiscal Marcelo Munilla Lacasa.
Se espera que hoy Suárez sea indagado junto al segundo sospechoso detenido ayer. Por lo pronto, las evidencias más fuertes apuntan contra Suárez. La gorra que se le encontró, casi idéntica a la usada por el presunto asesino visto en las filmaciones de cámaras de seguridad, lo incrimina particularmente.
Suárez, de 29 años, siempre fue un errante del delito. Nunca tuvo un DNI a su nombre. Lo obtuvo por primera vez ocho años atrás, cuando estuvo preso en una cárcel federal, con el número 62 millones, usado para los privados de su libertad. Los datos de la Cámara Criminal y Correccional hablan de una vida de violencia: como mayor de edad, fue imputado por robos y hurtos en 13 causas antes del crimen de Barbieri.
La primera de ellas data de 2012, un robo a una obra en construcción, radicada en el Juzgado N°29, un expediente que fue elevado a juicio. En 2019, fue acusado en el Juzgado N°53 de meterse a robar a una escuela porteña. Acumuló dos causas en 2022 por robo a mano armada. Sus víctimas, en su mayor parte, fueron mujeres.
El 20 de abril de 2023, el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°3 de Morón lo procesó por el delito de daño agravado, luego de que incendió un colchón en su celda del penal de Marcos Paz, una decisión judicial ratificada por la Sala II de la Cámara Federal de San Martín.
Su defensa adujo que incendió el colchón “bajo los efectos de medicación mencionada, lo cual le habría ocasionado un estado de inimputabilidad”. La Sala II de la Cámara aseguró en su escrito que “es menester señalar que, tanto las actuaciones labradas por la institución carcelaria como los dichos en declaración indagatoria del causante, dan cuenta de un accionar libre y voluntario, dirigido a concretar la acción típica que se le enrostra, siendo el motivo que lo impulsó a ello –según sus propias palabras-, quitarse la vida”.
Suárez mismo había declarado: “Prendí fuego el colchón porque me quiero quitar la vida”. Sus dichos fueron corroborados y convalidados por psicólogas de la Unidad Médica Asistencial del SPF.
La gorra incautada a Suárez, además de la ropa que vestía el detenido, serán peritados en busca de ADN y sangre del ingeniero asesinado. Además de un cotejo biométrico con el video, el sospechoso también enfrentará una revisión médica forense: buscarán si tiene heridas “sobre todo en las manos”, afirmaron fuentes del caso a Infobae.
Los videos fueron cruciales en el expediente. No solo registraron a la víctima, herido y tomándose el pecho, cruzando la avenida Del Libertador en la esquina con Lafinur, luego cuando se desplomó en la heladería a la que ingresó a pedir auxilio, también le permitieron a los investigadores seguir el trayecto del presunto homicida.
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