España: Los indignados intentarán "reconquistar" la Puerta del Sol
Los jóvenes manifestantes convocaron una marcha para este mediodia, por tercer día consecutivo, en la madrileña Puerta del Sol, que permanece blindada por la policía, con órdenes de evitar que este lugar público se convierta en un símbolo permanente de lucha de este movimiento que reclama un cambio político y social.
Tras ejercer presión hasta altas horas de la madrugada sobre el cerco policial que rodea el "Kilómetro cero" de Madrid, un centenar de indignados realizaron una asamblea y decidieron convocar una nueva marcha para este mediodía.
La manifestación partirá desde la plaza Oriente, donde pasaron la noche algunos de los miembros del movimiento, y se dirigirá a la Puerta del Sol, que está muy cerca, para volver a presionar sobre la barrera policial que les impide ingresar a este lugar.
La policía, que el pasado martes desalojo al último grupo de indignados que acampaban en este lugar, desplegó un fuerte operativo en torno a la Puerta del Sol.
Las fuerzas de seguridad recibieron órdenes muy claras de las autoridades municipales, regionales y del gobierno nacional de no permitir que los manifestantes entren en la Puerta del Sol.
Es el tercer día consecutivo de protestas. El martes después del desalojo del último grupo de indignados, hubo una manifestación que recorrió el centro de Madrid y lo mismo ocurrió ayer, en ambas ocasiones con la intención de volver a Sol, algo que fue evitado por la policía, que forcejeó cuerpo a cuerpo con los manifestantes sin que se produjeran heridos.
La Puerta del Sol y el Paseo del Prado eran hasta el martes los únicos puntos en los que los indignados mantenían campamentos de protesta en la vía pública.
La mayoría de los indignados abandonaron la Puerta del Sol el pasado 12 de junio casi un mes después de que se levantó el primer campamento el 15 de mayo.
Sin embargo, desde el 23 y 24 de julio, cuando tuvo lugar la última gran movilización de los indignados, que reunió a miles de personas llegadas a Madrid desde distintos puntos de España, un grupo de unas 60 personas acampaban en el Paseo del Prado y uno más reducido había retornado a la Puerta del Sol.
El movimiento 15-M irrumpió con la exigencia de un cambio político y social en medio de la campaña de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, ganadas por el conservador Partido Popular (PP).
Durante un mes, miles de personas acamparon en las plazas más emblemáticas de España, que se convirtieron en asambleas populares en las que se debatieron propuestas para acabar con el sistema económico dominado por la banca y unos políticos cómplices de la crisis que ha dejado en el país casi 5 millones de desocupados.
Los "indignados" llegaron a tener un gran impacto tanto a nivel nacional como internacional, ya que también surgieron movimientos similares en otros lugares de Europa como Grecia, y de solidaridad en distintas partes del mundo.
El desafío, luego de haber sacado a la calle a cientos de miles de personas los días previos a los comicios, es recuperar el impulso con propuestas concretas de cara a las elecciones generales del próximo 20 de noviembre en España en las que por ahora el PP lleva una amplia ventaja frente a los socialistas.