España: el final de un equipo que marcó época
Se acabó el Mundial para España y, seguramente, habrá un cambio de ciclo, pero nadie olvidará lo realizado por los europeos.
La última imagen de la Selección española fue indigna con la propia historia que estos jugadores forjaron en los últimos años. Las caras de dolor y frustración de las estrellas europeas habrán generado placer en todos aquellos que prefieren defenderse y ganar "como sea", y bronca en los que nos hemos devorado los partidos de la Roja en estos años.
Este equipo revivió un estilo: como el Ave Fénix, el tan denigrado "fulbito" resurgió desde la idea de Aragonés, la práctica de Del Bosque y los pies y el cerebro de Iniesta, la pieza clave para que España pudiera ser lo que fue.
Hoy, todo eso está terminado. No por un resultado ni por dos malos partidos, sino por la realidad: Sergio Busquets ya no es preciso como antes, Xavi jugó poco y nada en el Barcelona y, por consiguiente, en la Selección, nunca se encontró un reemplazante para Villa e Iniesta, el mismo artífice de todo esto, hoy es una sombra de lo que fue.
"Pueden matar al hombre, pero no a la idea", dice la famosa frase. Aquí nadie murió, pero sí algo terminó: el equipo. Esta caída mundialista no hizo más que acelerar el ya obligado recambio generacional, aunque el estilo seguirá vigente.
Ante Chile, la impotencia y obligación de ganar hizo que llovieran centros, buscando el famoso golpe ganador que pudiera mantener viva la esperanza de la clasificación. No alcanzó. Se acabó un ciclo, pero quedará en la retina de todos los amantes del fútbol lo que logró este equipo.