Escenarios 2012
Por Alfredo Gutiérrez Girault y Rubén Vales. Los escenarios económicos para el año próximo deben comenzar por el análisis del contexto internacional, dentro del cual se insertará la Argentina. En este sentido, se estima que en el 2012 la economía mundial crecerá un 3%.
Las economías emergentes tendrán un mejor comportamiento: Asia con un avance del 6,8% (liderada por China) y Brasil con un crecimiento el 3,8%. La hipótesis es que, luego de los dos trimestres iniciales de demora, el mundo se recuperará en el resto del año. La corrección de la economía estadounidense implica que el PBI del 2011 será un 10% inferior al tendencial. Dicha corrección es consistente en un cambio de estructura de precios relativos que aliente la exportación y la inversión, a expensas del consumo.
En la Unión Europea predomina el temor al impacto de la crisis de deuda de Grecia y su transmisión a los países más grandes. La sustentabilidad de la financiación de ese país exige una tasa de interés muy baja para los nuevos bonos, más allá de la corrección fiscal requerida. Las economías en desarrollo parecieran estar desacopladas de la crisis. Pero desde principios del 2011 se viene observando una desaceleración en el flujo de ingresos externos, lo cual afectaría el nivel de actividad, pero siempre con mejores tasas de crecimiento que las economías avanzadas. Una de las víctimas de los procesos recesivos es el comercio internacional. Se espera que en el 2012 el comercio en volumen se incremente un 4%, contra el 8% en el 2011 y del 4,5% en valores, en un contexto de muy baja inflación internacional. Sobre esta base, dado el contexto global de desaceleración de la economía mundial, se está proyectando un comportamiento similar en la evolución de la economía de la región y también de la Argentina. Se prevé una tasa de crecimiento del PBI del 3,8% a precios constantes como promedio anual.
La Cuenta Corriente del Balance de Pagos no podría repetir los superávits de los últimos años
y sería levemente deficitaria, previéndose una más baja salida de capitales que la del año que culmina. En materia de precios, el contexto internacional promovería un clima de menores tensiones inflacionarias, en la medida en que el gasto interno crezca en términos moderados. El tipo de cambio real, corregido por productividad, mantendría a fin del 2012 un grado de competitividad similar al del 2011. En el tema fiscal, se estima que los recursos normales se incrementarían un 27% el año próximo y el gasto primario crecería 25%, lo que contribuiría al cierre de la brecha fiscal y permitiría alcanzar un resultado primario levemente superavitario, con el concurso de los recursos extraordinarios de las utilidades del BCRA y de Anses.
Considerando el sector externo moderadamente contractivo, la expansión de la base monetaria (24%) provendrá básicamente de fuentes internas, con un crecimiento de los depósitos en pesos del 25%. Las tasas de interés en términos nominales serían algo más elevadas que en el corriente año. Dada la volatilidad del escenario macroeconómico y en particular la situación económico-financiera internacional, los pronósticos elaborados tienen un alto grado de contingencia y son altamente dependientes de los supuestos asumidos.