Sociedad
Escapada campera y con gastronomía de alto nivel
En la localidad de Solís, provincia de Buenos Aires, hallamos un hotel de campo para hacer un paréntesis en la agitada rutina y respirar aire puro, dar un paseo por el campo y disfrutar de una buena carta con platos tradicionales argentinos.
A tan sólo veinte minutos de San Antonio de Areco, cuna de la tradición gauchesca, y a no más de una hora de Capital Federal, se encuentra la Estancia Don Pedro, un oasis calmo y silencioso para huir del bullicio, los bocinazos y la infatigable agenda laboral.
Una tranquera blanca en el kilómetro 94 de la Ruta 8 parece dejar atrás las preocupaciones para darle paso al relax.
Es lo que vio aquí hace unos años Gastón Palmieri, chef ejecutivo y dueño de la Estancia, para decidir cambiar de vida y de negocio.
Hoy es quien da la bienvenida a una experiencia en la cual celulares y relojes se ponen en pausa.
Los padres de Gastón (es decir Don Pedro y esposa) construyeron en los años 90 la casa de fin de semana y el hotel para albergar a amigos y clientes. Ese toque de distinción y buen gusto se aprecia en la decoración sumamente cuidada, con esculturas y otros objetos decorativos provenientes de distintos países.
Hay, por ejemplo, un templete adquirido en Roma, mesas y sillas traídas de Mexico, y hasta las bañeras son de origen europeo.
Es un lugar para ser habitado, para sentirse a gusto. En invierno, el hogar a leña encendido, es tan acogedor que el huésped tiene la sensación de no estar de paso, sino de estar en su casa.
El parque merece una mención aparte, con sus frutales, la piscina que está abierta todo el año, la granja y los juegos para niños. Por allí, Kevin, un pavo real macho y su familia, hacen alarde de su plumaje y su elegante caminar.
Después de la merienda, se suele prender el fogón que está en la isla. Allí hay un puente sobre un lago artificial y una barra que invita a quedarse hasta después de la medianoche, sobre todo, en las noches de verano.
Así lo refiere Ignacio Kelly, gerente general de la Estancia, quien destaca que "las familias pueden pasar el día, disfrutar de tomar mate y hacer actividades libres, sin horarios ni restricciones".
Se puede jugar al ping pong, al metegol, al fútbol, y los mas pequeños pueden dar un paseo en pony y llevar a las mascotas ya que se trata de una estancia “pet friendly”.
Dejá tu comentario