Escándalo Fariña-Rossi: Ay, Karina, ¡en qué lío te metiste!
La modelo siempre mantuvo un perfil bajo en sus relaciones amorosas, hasta que apreció Fariña en su vida.
Por Lorena Lalín
llalin@diarioveloz.com
@llalin
Mantuvo siempre un perfil bajo, de una modelo ingenua y tranquila, que sólo era conocida por su vida mediática por su trabajo como modelo.
Un buen día apareció Leo Fariña en su vida. Hombre misterioso si los hay en este medio, nadie entendía de dónde había surgido ni por qué tenía tanta dinero para gastar.
Se dijo que era un hijo no reconocido de Néstor Kirchner, y que su patrimonio era de la herencia repartida después de su muerte. Versiones nunca confirmadas. Aunque si se lo miraba bien, eran bastante parecidos.
DiarioVeloz.com te contó hace varios meses los negocios turbios en los que estaba involucrado Leo, pero nunca nadie llegó a denunciarlo en la justicia.
Karina, con su voz angelical y su personalidad naif, no hablaba mucho de su marido, y se dedicaba a trabajar y a viajar con su mejor amiga.
Autos importados, viajes en jets privados, una fortuna gastada en el casamiento, y nadie sabía de dónde salía la plata.
Pero a Karina no le importó. Y siguió adelante. Hubo rumores de separación, pero ella siempre salió a desmentirlas. Y a pesar de los negociados turbios, el extraño patrimonio, y un pasado no muy claro de su marido, el amor fue más fuerte...
llalin@diarioveloz.com
@llalin
Mantuvo siempre un perfil bajo, de una modelo ingenua y tranquila, que sólo era conocida por su vida mediática por su trabajo como modelo.
Un buen día apareció Leo Fariña en su vida. Hombre misterioso si los hay en este medio, nadie entendía de dónde había surgido ni por qué tenía tanta dinero para gastar.
Se dijo que era un hijo no reconocido de Néstor Kirchner, y que su patrimonio era de la herencia repartida después de su muerte. Versiones nunca confirmadas. Aunque si se lo miraba bien, eran bastante parecidos.
DiarioVeloz.com te contó hace varios meses los negocios turbios en los que estaba involucrado Leo, pero nunca nadie llegó a denunciarlo en la justicia.
Karina, con su voz angelical y su personalidad naif, no hablaba mucho de su marido, y se dedicaba a trabajar y a viajar con su mejor amiga.
Autos importados, viajes en jets privados, una fortuna gastada en el casamiento, y nadie sabía de dónde salía la plata.
Pero a Karina no le importó. Y siguió adelante. Hubo rumores de separación, pero ella siempre salió a desmentirlas. Y a pesar de los negociados turbios, el extraño patrimonio, y un pasado no muy claro de su marido, el amor fue más fuerte...