Escándalo en Gran Bretaña: el príncipe William y una foto que pone en riesgo su matrimonio
El Duque de Cambridge fue sorprendido de noche, por los paparazzis, y ahora su futuro es una incógnita.
Mientras la familia real británica no termina de reponerse del adelanto de "Causas no naturales", el libro que revela detalles desconocidos de la muerte de Lady Di, un nuevo escándalo promete hacer temblar el Palacio de Buckingham. Se trata de los rumores, cada vez más fuertes, de que el príncipe William le habría sido infiel a Kate Middleton, su esposa. Y que la tercera en discordia es Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley y, hasta hace unos días, una de las más cercanas al matrimonio.
Si bien la Casa Real no emitió comunicado al respecto y todas las fuentes consultadas prefirieron el silencio, los medios británicos se están haciendo un verdadero festín. Y no lo hacen como una simple especulación.
En las últimas horas, de hecho, comenzó a circular en redes sociales una imagen en la que se lo ve al príncipe William, en un bar, con poca luz, acompañado por una mujer. Y sí, la dama en cuestión se trataría de la marquesa de Cholmondeley.
¿Quién es la marquesa de Cholmondeley? Su nombre, como se ha dicho, es Rose Hanbury, tiene 35 años y un impecable pedigrí aristocrático. Ex modelo, siempre tuvo varios caballeros deseosos de conquistar su corazón entre los que habría estado... sí, el mismo príncipe William.
Sin embargo, eso no pareció pesar en la amistad entre la marquesa y Kate. Rose y su marido David han sido grandes amigos de los duques de Cambridge, quienes también tenían un cariño especial por los tres hijos de la pareja: sus gemelos de 9 años, Alexander y Oliver, e Iris, de tres años.
Con una vida social muy activa, esta no es la primera vez que la marquesa queda en el ojo de la tormenta. Su carácter transgresor y rebelde siempre llamó la atención. Y ya en el 2005 protagonizó una imagen muy comentada en la que se la veía posando en bikini junto a su hermana y el entonces primer ministro Tony Blair.
Morena, alta, delgada, de ojos grandes y claros, fue modelo hace años, cuando llegó a Londres junto con su hermana mayor, Marina, y trabajó para la agencia de modelos Storm, la misma en la que también estuvo Kate Moss. Toda una celebridad en Inglaterra.
Por eso, tal vez, es tan grande la desconfianza y los celos que le genera a Kate la presencia de Rose cerca de su familia que, según distintos medio ingleses, ya habría dado la orden para que no sea invitada a los distintos eventos de la familia real.
Rose y su esposo David forman parte de un grupo conocido por ser grandes amantes de las fiestas y por poseer mansiones que pueden llegar a ser incluso más grandes que las de algunos miembros de la realeza. Algunos de ellos han comentado, según afirma el Daily Mail, que Rose "siempre ha querido desafiar las convenciones".
La sangre aristócrata de Rose es incuestionable. Lady Elisabeth Longman, su abuela materna, fue compañera de juegos de la reina Isabel II y una de sus damas de honor en su boda con el príncipe Felipe de Edimburgo. Hoy, parece, los nietos habrían decidido seguir jugando. Y a escondidas...