"Es Saddam Hussein con corpiño"

Ayala, también conocida por ser la hija de Chucaro, fue invitada por el programa Intrusos, que se emite por América, amplió su testimonio, acerca de la odisea que le tocó vivir en plena dictadura militar, cuando intentó saber el paradero de su desaparecido marido.

Para dejar bien en claro la historia, Ayala hizo un breve recuento sobre lo que tuvo que pasar cuando comenzó con la búsqueda de su marido: "Me atendió un soldado, fue en pleno Centro. Me hizo pasar y me hizo sentar. El (por Massera) estaba escribiendo. Ella (por Alfano), al lado... Massera abre el cajón y saca un 9 mm y la apoya en el escritorio. Después me dice, ‘le doy tal dirección y vaya’. Ahí, empezó a hablar conmigo y ella se molestó y dijo ‘bueno basta, el almirante tiene mucho que hacer’", dijo al principio.

Luego llegó el momento de la munición pesada y Ayala contó que hubo una segunda reunión con el almirante, que fue la que provocó los celos de Graciela Alfano y una posterior reacción de la actriz por haberse sentido invadida.
 
"Me mandaron a llamar otra vez. Yo fui con toda la esperanza del mundo. Me presento y me dice, ‘vos querés recuperar a tu marido. Te hago una propuesta. Yo te doy a tu marido y vos me das dos noches de sexo’. Yo era una estúpida a esa edad, 27 o 28 años, y le dije que no. Y es una culpa que vengo arrastrando hace mas de 30 años. Si le decía que sí, a lo mejor hubiera recuperado a mi marido", mencionó.

"Un día tocan el timbre y el encargado hace pasar a Graciela Alfano y a otro señor, de particular. Tocan el timbre de mi mamá, y cuando la veo trato de cerrar, pero empujan la puerta...Entramos al living, y me dijo que lo que era de ella no se lo tocaba nadie. Cuando quise contestar me pegó una cachetada que me hizo girar la cabeza, me dejo los dedos marcados. Después me dijo, ‘quedás debidamente advertida’, y se fue... Cuando estaba bajando el ascensor me dice, ‘te dejé un regalo’. Veo la mesa ratona y una cajita chiquita. Adentro había una granada", detalló.

Por último relató otro suceso, que de ser cierto pintaría a Graciela Alfano como un agente especial de las fuerzas armadas durante el Proceso. "La señora Alfano entraba a la brigada de San Justo, siempre, acompañada de alguien y llevaba chicas que supuestamente estaban en la misma situación de mi marido. Las hacia entrar desnudas. Eso pasaba cada diez o doce días. Y obligaban a los detenidos, hombres y mujeres, a masturbarse. Si se negaban, les ponían una funda en la cabeza y lo ponían piernas para arriba en el agua (mientras lo dice, acompaña con el gesto de una persona que trata de ahogar a otra). Ella presenciaba todo esto", finalizó.

Cabe destacar que la Justicia está llevando a cabo una investigación profunda sobre el tema y la posible participación de Alfano en el secuestro de personas.