Es importante que el precio del dólar siga bajando
Se pasó de un atraso, a un peligroso adelanto cambiario. Para reducir el riesgo de fracaso del nuevo acuerdo con el FMI, es fundamental que el gobierno no intente frenar la caída gradual del tipo de cambio real
Por Domingo Cavallo
El nuevo acuerdo con el FMI remueve el riesgo de cesación de pagos durante el año 2019. Esto, de por sí, es un gran logro. Pero no es suficiente como para evitar un costoso fracaso del programa.
La inflación se aceleró durante setiembre a un ritmo inédito desde el año 2003 y, si el precio del dólar sigue subiendo a pesar de la fuerte contracción monetaria que se ha anunciado, existe el peligro de que esta inflación se espiralice.
Las reglas de intervención (o mejor, de no intervención) en el mercado cambiario que se anunciaron, no ayudarán a que los ahorristas argentinos que tratan de proteger sus ahorros contra la desvalorización por inflación y devaluación, apuesten a la estabilidad del Peso. Tampoco ayudará la persistente prédica de muchos economistas (incluidos algunos relacionados con el gobierno), en el sentido de evitar, de aquí en más, la apreciación real del Peso. Argumentan que la mejor estrategia de crecimiento es la que se basa en un tipo de cambio real tan alto como el alcanzado en setiembre, aun cuando para sostenerlo se necesiten permanentes devaluaciones del tipo de cambio nominal.
Si el actual tipo de cambio es insuficiente para revertir el saldo de la cuenta de turismo, es mejor pensar en un impuesto al gasto turístico en el exterior que en más devaluación. Un impuesto al turismo en el exterior es menos distorsivo que el impuesto a las exportaciones.
Sin dejar de cumplir con los compromisos asumidos con el FMI, para aumentar las chances de éxito del nuevo programa, el gobierno de Macri debe tratar de negociar bilateralmente con el gobierno de Trump un apoyo especial para organizar un sistema bi-monetario que permita que los ahorros argentinos que insistan en dolarizarse, no necesiten fugarse del país.