Eramos pocos y a los medios nos llegó la ley antiterrorista
*Por Ricardo Roa. La semana pasada tocaron Scioli, por los incidentes con La Cámpora y, sobre todo Moyano. Esta, de punta a punta, el Gobierno se la dedicó a los medios no adictos.
Empezó con la intervención político-judicial a Cablevisión, siguió con el operativo de la AFIP sobre La Nación, la ley para controlar el papel para diarios y una farsa de juicio callejero de Hebe de Bonafini a Clarín . Y la terminó, a toda orquesta, José Sbatella, el otro yo de Moreno en el antilavado de dinero : anunció que la prensa, de ahora en más, podrá ser acusada de maniobras de terrorismo.
Y no es una broma .
El kirchnerismo está poblado de renegados que se desviven por hacer méritos. No es el caso de José Luis Manzano, renovador con Cafiero, legislador y ministro de Menem y ahora espada K . Hace mucho que renunció a la política para practicar otra fe: transar negocios con funcionarios, jueces y empresarios. Aunque lo parezca, no es la decadencia de la política, sólo la degradación de un personaje .
Manzano es el ideólogo de la movida contra Cablevisión. Semipropietario de un multimedio que compite en la industria del cable, le ofreció llave en mano la intervención al Gobierno , junto a su socio Vila y un juez teledirigido por Mazzón, que fue su segundo y hoy también opera para la Presidenta (Ver: Funcionarios y empresarios, detrás del embate contra Cablevisión). Armaron, en Mendoza, un expediente jurídico para que el Gobierno pudiese zafar de lo evidente: que está detrás de la maniobra . Claro que dejó las huellas digitales cuando envió a la empresa a 60 gendarmes y a un experto en espionaje.
Otro juez, a pedido de la AFIP, inhibió bienes a La Nación por una presunta deuda impositiva . Un fallo de la Corte impedía hacerlo; la AFIP lo sabía pero se lo ocultó al magistrado. Si no fue una maniobra contra el diario se le parece bastante.
En la semana de los medios, un plato fuerte fue el avance kirchnerista sobre Papel Prensa.
Como en tantas otras cosas, se pretendió encubrir con fraseología progresista lo que no es sino el intento de controlar un insumo clave para la prensa gráfica . Frases que son puro aire: Papel para Todos llamaron a una operación que le permite al Gobierno tener en un puño la producción y la importación de papel.
No se trata de una lucha entre el campo popular y la prensa de sistema sino, sencillamente, que al kirchnerismo no le alcanza con los medios propios y necesita extender su dominio sobre el resto. Y eso es lo que perciben en todo el mundo.
Más de lo mismo fue el reiterado uso frívolo de los derechos humanos en un escrache de Bonafini a Clarín y la interpretación que Sbatella le dio a ley antiterrorista. Afirmar que los medios pueden ser acusados de terrorismo es una lectura terrorista de la ley . O una intimidación lisa y llana. En realidad, todo lo que se ve es lo que hay: una profundización del apriete al periodismo no sumiso.