Epidemia de femicidios
Llevamos apenas 8 días de marzo y en lo que va del año, según los indicadores más serios, se produjeron más de 40 femicidios en ese lapso de tiempo.
Llevamos apenas 8 días de marzo y en lo que va del año, según los indicadores más serios, se produjeron más de 40 femicidios en ese lapso de tiempo.
Usted podrá dudar del número ya que las encuestas y cifras en Argentina son poco confiables pero todos los días conocemos un episodio de violencia cotidiana donde las relaciones, de pareja o afectivas, integran ese enorme universo de pensamientos y personas, que no aceptan al distinto, al que siente de otra manera o al que piensa diferente.
El viernes en el programa Chiche 2020 participe de la mesa donde se encontraban presentes las más variadas expresiones del pensamiento. Todas ellas mujeres.
Dos intensas militantes de la izquierda, una periodista y la madre de Wanda Taddei, una mujer muerta a manos de su pareja.
Todas ellas tenían argumentos y recursos diferentes. Unas reclamaban por más presencia del Estado (debe asistir económicamente y culturalmente a las víctimas), aborto libre seguro y gratuito, implementación de planes de formación contra la violencia de género y demás cuestiones que implicarían que los contribuyentes sufrieran otra andanada de impuestos para solventar estos gastos.
La madre de Wanda Taddei reclamando más capacitación para las mujeres, ella misma, da testimonio del fenómeno y dicta talleres de la cuestión.
Concretamente, más o menos, el reclamo quedo redactado así: “También es necesario un Estado activo que aporte recursos hacia la construcción de masculinidades no violentas”.
Al oír semejante cantidad de reclamos no pude dejar de acordarme de mi madre que me educó a mí y a mis hermanos.
Educar a quien estas páginas hoy escribe les aseguro que no fue tarea sencilla. Tuve enormes problemas de conducta, padres separados, fuimos junto con mis hermanos los primeros hijos de padres separados, nos miraban como personitas con alguna enfermedad.
Mi mama padeció durante su matrimonio episodios de violencia en manos de mi papá y como usted puede notar habló de mi papá. Ya lo perdoné y el cambio, en lo que pudo.
Pero le aseguro que todo lo que me tocó ver, me hizo prometerme y prometerle algo a mi madre, jamás le haría a una mujer lo que le hicieron a ella. Con lo cual les aseguro que las relaciones violentas se pueden atacar y para el que no quiera cesar en estas conductas sugiero prisión preventiva, seguro que algún juez lo avalara.
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