Entre Schoklender y Menem
*Por Ricardo Kirschbaum. El oficialismo rechazó la convocatoria de Schoklender al Congreso. De hecho, los diputados oficialistas no fueron. Quieren evitar que el escándalo con la Fundación de Las Madres y los fondos públicos tenga más repercusión.
Una parte de la oposición (radicales, duhaldistas y el PRO) la auspiciaron para que el caso siguiera en la primera línea. Otros, como el Frente Progresista de Binner, fueron a la reunión de comisión pero no avalan que el ex mano derecha de Hebe Bonafini amplifique sus denuncias.
Unos por sus razones y los otros por otras, pusieron en segundo plano lo que Schoklender está contando . Y en esa especulación se pierde lo más jugoso del asunto.
Para el kirchnerismo, son muy embarazosas y comprometidas las revelaciones de Schoklender, que ayer dijo también que un funcionario de la inteligencia estatal lo contactó para que se callara la boca . Según su versión, el presunto enviado le dijo que el oficialismo no se iba a olvidar de él si aceptaba quedarse súbitamente mudo .
Habría sido la respuesta a su amenaza de seguir hablando sobre los aportes "a la política" que salían de los fondos públicos que ingresaban a la Fundación para hacer viviendas para gente humilde. Schoklender dijo que una parte se "desviaba" para financiar candidatos del oficialismo : la propia Presidenta y Amado Boudou, por ejemplo.
Schoklender era creíble cuando estaba con el Gobierno. Ahora es una "víbora" , según lo describió quién antes lo calificaba de hijo, Hebe de Bonafini. De paso, la jefa de las Madres llamó "ratas" a legisladores de la oposición.
Muchos de los que hoy critican la convocatoria a Schoklender, antes aplaudieron que el Congreso hubiera citado a Yabrán , por ejemplo.
Esas oscilaciones tan bruscas explican, también, porqué Menem pasó del infierno, al que lo había condenado el kirchnerismo, al paraíso . En ese tránsito, Menem también mutó de parecer. De denunciar que los Montoneros habían tomado al poder , el ex Presidente pasó a elogiar a los Kirchner.