Entre el amor y el rigor: la relación de la nadadora campeona olímpica Katinka Hosszu y su entrenador
La deportista húngara rompió el récord en los 400 metros combinados bajo la estricta tutela de su pareja y se llevó los laureles.
La nadadora húngara Katinka Hosszu ganó la primera medalla de oro de su carrera deportiva en Río de Janeiro y batió el récord mundial en los 400 metros combinados.
Su historia de amor tuvo un giro particular luego de Londres 2012, un evento bisagra en la vida deportiva de Katinka. Llegó preparada para ganar el oro en los 400 metros pero se topó con la china Shiwen Ye, que con 16 años se quedó con la gloria.
A los pocos meses, le preguntó a Shane Tusup, su novio, si quería ser su entrenador. Su pareja no pudo rechazar el pedido, más allá de las dificultades que supone la doble relación.
Ellos se conocieron en la Universidad de Southern California. Katinka se transformó en una atleta de elite. Tusup, no. Pero para entonces ya tenía una relación sentimental consolidada, que no fue afectada por su vínculo deportivo, ya que se casaron en 2013.
"He visto mucho comportamiento inadecuado. Los entrenadores son exigentes, pero él está a otro nivel. Da miedo", dijo la estadounidense Jessica Hardy al New York Times, que entrenaba con Katinka en Los Angeles, y graficó el grado de profesionalismo existente en la relación.
"Siempre le digo que si encuentra un entrenador que la haga mejorar, o si cree que lo que estamos haciendo no funciona y le parece que es tiempo de cambiar, tiene que decírmelo, porque entonces le daré paso a al nuevo", advierte Tusup.
"Es un entrenador bastante duro, pero en casa es muy dulce, cariñoso y muy divertido. Así que nos reímos mucho", reveló Katinka Hosszu.
La húngara se quedó con la primera medalla dorada de su carrera por amplio margen y rompió el récord mundial de los 400 metros combinados, con un tiempo de 4:26:36, superando por casi cinco segundos a Maya Dirado, la segunda.