Entraron por los techos y desvalijaron un local de venta de ropa
Además de robar, los delincuentes comieron y defecaron antes de retirarse del lugar.
Un grupo de personas desvalijó durante la madrugada un local comercial de Villa Elvira, tras haber ingresado por una claraboya ubicada en el techo del negocio, donde además comieron y defecaron antes de escapar llevándose casi toda la ropa que estaba a la venta.
Según lo informado por la propietaria del comercio, los asaltantes no pudieron violentar la persiana metálica que se encuentra en el frente del establecimiento, y por eso decidieron entrar por los techos. "Por el frente no pudieron meterse porque la persiana tiene doble puerta y seis candados, entonces treparon por una casa lindera y llegaron al techo del local, al que entraron tras romper los vidrios de dos claraboyas", expresó la mujer.
Una vez en el interior del comercio, los delincuentes, que aprovecharon la desolación de la zona debido a la lluvia, sustrajeron mercadería por un monto superior a los 10.000 pesos, más el dinero que se encontraba en la caja.
Un posterior recuento permitió determinar que fueron sustraídos 70 jeans, 60 chombas, toda la lencería, buzos, camperas, remeras, calzados tanto de hombre como de mujer, y hasta juguetes de elevado valor que habían quedado como remanente del Día del Niño.
Como agravante de sus penurias, Andosca, que inauguró su local de ventas hace apenas seis meses, confesó que no tiene seguro para la mercadería de modo tal que "salvo que los delincuentes sean atrapados por la Policía, perdí todo lo que me robaron".
Por los desperdicios encontrados en el local pudo establecerse que los ladrones, además de sustraer la mayor parte de la mercadería, también "comieron pollo, ingirieron bebidas energizantes, y ensuciaron las instalaciones con materia fecal", según lo señalado.
Andosca relató que los intrusos "cambiaron las ropas que tenían puestas por otras que estaban a la venta y hasta tuvieron el mal gusto de defecar en el inmueble, higienizándose con prendas de lencería que tomaron de los estantes".
Según lo informado por la propietaria del comercio, los asaltantes no pudieron violentar la persiana metálica que se encuentra en el frente del establecimiento, y por eso decidieron entrar por los techos. "Por el frente no pudieron meterse porque la persiana tiene doble puerta y seis candados, entonces treparon por una casa lindera y llegaron al techo del local, al que entraron tras romper los vidrios de dos claraboyas", expresó la mujer.
Una vez en el interior del comercio, los delincuentes, que aprovecharon la desolación de la zona debido a la lluvia, sustrajeron mercadería por un monto superior a los 10.000 pesos, más el dinero que se encontraba en la caja.
Un posterior recuento permitió determinar que fueron sustraídos 70 jeans, 60 chombas, toda la lencería, buzos, camperas, remeras, calzados tanto de hombre como de mujer, y hasta juguetes de elevado valor que habían quedado como remanente del Día del Niño.
Como agravante de sus penurias, Andosca, que inauguró su local de ventas hace apenas seis meses, confesó que no tiene seguro para la mercadería de modo tal que "salvo que los delincuentes sean atrapados por la Policía, perdí todo lo que me robaron".
Por los desperdicios encontrados en el local pudo establecerse que los ladrones, además de sustraer la mayor parte de la mercadería, también "comieron pollo, ingirieron bebidas energizantes, y ensuciaron las instalaciones con materia fecal", según lo señalado.
Andosca relató que los intrusos "cambiaron las ropas que tenían puestas por otras que estaban a la venta y hasta tuvieron el mal gusto de defecar en el inmueble, higienizándose con prendas de lencería que tomaron de los estantes".