Encontraron los restos de dos niños en valijas que compraron en una subasta

Una familia de Nueva Zelanda que llegó a su casa con un remolque lleno de objetos vendidos en una subasta de un almacén realizó un hallazgo macabro. Entre todos los elementos, descubrieron dos maletas en cuyo interior había restos de dos niños de entre cinco y diez años.

El hecho fue informado oficialmente este jueves por la Policía de ese país oceánico, que abrió una investigación por homicidio tras haber encontrado estos restos humanos en dos valijas de similar tamaño en Auckland, el pasado 11 de agosto.

El inspector Tofilau Faamanuia Vaaelua fue el encargado de agregar un dato que hace aún más horrible a esta historia de terror: señaló que los cuerpos, probablemente, hayan estado conservados durante varios años dentro de las maletas.

"La naturaleza de este descubrimiento aporta algunas complejidades a la investigación, especialmente dado el tiempo transcurrido entre el momento de la muerte y el momento del hallazgo", dijo Vaaelua.

La policía aclaró que la familia compradora no estaba relacionada con el homicidio, pero estaba "comprensiblemente afligida por el descubrimiento" y había pedido privacidad.

Los objetos personales encontrados junto a las maletas están ayudando a encontrar pistas para identificar a las víctimas. No pudo establecerse en una primera instancia el sexo de los niños, así como tampoco si tenían relación familiar entre ellos.

Tanto el depósito como la casa de donde se habían obtenido las maletas están siendo examinadas por expertos forenses.

Vecinos de la familia aseguraron en diálogo con medios locales que percibieron un "olor desagradable" que emanaba de la propiedad antes de la llegada de las fuerzas de seguridad. De hecho, uno de ellos es un extrabajador de un crematorio, que dijo que el olor fue “inmediatamente reconocible”.

La prioridad es confirmar la identidad de las víctimas

Vaaelua señaló que la policía neozelandesa está trabajando con la agencia internacional Interpol.La policía sospecha que los familiares de las víctimas están en Nueva Zelanda.

El inspector se mostró compasivo con ellos porque podían desconocer que los niños habían muerto. "Estamos dando lo mejor de nosotros para identificar las víctimas (...) Lo que puedo decir es que estamos haciendo muy buenos progresos con la investigación de ADN", dijo.

"El equipo de investigación está trabajando muy duro para hacer rendir cuentas a la persona o personas responsables de la muerte de estos niños", añadió.

Según se supo, la policía continuaba realizando las pericias pertinentes sobre los cuerpos de los menores y empleaba pruebas de ADN para intentar establecer la identidad de las víctimas, lo cual se convirtió en una de las prioridades para los investigadores.