Encontraron la solución para no seguir alquilando: construyeron una casa de diez metros cuadrados
Una familia hizo su propia microcasa guiándose con tutoriales de YouTube, evitando así continuar pagando un alquiler y evitando pedir créditos.
El movimiento se llama "Tiny House", se trata de una movida social y arquitectónica que propone vivir una vida más sencilla y ecológica en casas pequeñas.
Cuando Murray Goodchild y su mujer, Vicky, tuvieron que irse del departamento que alquilaban tomaron una decisión que marcaría el resto de sus vidas: construirse su propia casa. "Nos dimos cuenta de que vivir alquilando es tirar el dinero a la basura, sobre todo porque nunca teníamos la garantía de poder quedarnos en una casa mucho tiempo. Así que decidimos que era momento de construirnos la nuestra", cuenta Murray.
Como no pudieron acceder a un préstamo bancario, tuvieron que buscar otras opciones. Fue entonces cuando se empezaron a interesar por "Tiny House", un movimiento social y arquitectónico que propone vivir una vida más sencilla y ecológica en casas pequeñas.
La nueva casa, de apenas 10 metros cuadrados está ubicada en el terreno de una granja en el Valle de Yarra, Australia. La terraza suma 5 metros cuadrados más a la superficie total.
"Para nosotros era una solución perfecta, ya que económicamente nos era posible construir una casa de pequeñas dimensiones. Tenemos bajos ingresos y tratamos de hacer una vida sencilla", afirma Murray. Su nueva casa, de apenas diez metros cuadrados (y cinco de terraza) está ubicada en un terreno de dos hectáreas y media en el Valle de Yarra, Melbourne, Australia, zona conocida sobre todo por sus vinos.
Usaron materiales duraderos, económicos y fáciles de conseguir. Diseñaron la casa en función del material que tenían, no al revés. El verdadero desafío en una casa de estas dimensiones ajustar todo lo necesario para que una familia viva cómodamente.
Goodchild es acupunturista. El matrimonio tiene una pequeña hija, Grace de cuatro años. la construcción llevó poco más de un año, la hicieron con sus propias manos y gastaron alrededor de 12.000 dólares incluyendo paneles solares, instalaciones, muebles y accesorios.
"Antes de comenzar con el diseño, Vicky y yo nos sentamos a hablar sobre qué necesitábamos en nuestra casa. Los dos trabajamos por nuestra cuenta y necesitábamos espacio para nuestras herramientas de trabajo. Además, nuestra hija Grace debía tener su propio espacio y crecer feliz", cuenta.
Ninguno de los dos tenía conocimientos de arquitectura y construcción e internet se convirtió en un recurso muy valioso. "Pasamos muchas horas buscando y absorbiendo todo lo que necesitábamos saber. Al final conseguimos un diseño que se adaptaba a nuestras necesidades", afirman.
Construyeron una galería que funciona como una pasarela abierta que recorre toda la vivienda. "Sobre el sofá hay unas planchas de madera de rejilla que dejan pasar la luz y a la vez funcionan como pasarela para sentarse o descansar. Dan una sensación mayor de amplitud a la casa, sobre todo cuando estás en el salón", asegura.
En la parte superior de la galería, la rama torcida de un árbol sirve como baranda. Murray encontró esta rama durante un paseo por el río y pensó que encajaría perfectamente en el estilo rústico de la casa. Al dormitorio de la pareja se accede por la pasarela, en el nivel intermedio.
La poca altura del techo de la habitación se compensa con grandes ventanas. Los dueños comentan que resulta muy agradable disfrutar de la brisa fresca en las noches de verano. Además de para dormir, Murray utiliza la cama para meditar. "Me encanta sentarme y disfrutar de la brisa. Es perfecto para meditar. Parece como si estuvieras en la cima de un árbol", cuenta.
Durante la obra, la pareja se fue haciendo especialista en construcción y bricolaje. La ducha está hecha a mano e incluye una bañera de madera que se asemeja a un ofuro japonés. Está fabricada en contrachapado sellado con resina epoxi para hacerlo resistente al agua. La bañera es pequeña pero bastante profunda. El agua del baño procede de un pozo que se llena con el agua de la lluvia y se calienta con una estufa de leña.
El diseño sencillo y rústico de la casa, con algunos materiales al natural, se inspira en la estética wabi-sabi japonesa. Este estilo se basa en la belleza de la imperfección y combina la sencillez y el minimalismo con elementos de la naturaleza.
La casa se construyó sobre un remolque móvil, al que se le pueden incorporar ruedas. No están atados de por vida a ese lugar, sino que pueden trasladarse cuando quieran.