En medio de tensiones internas en el peronismo, Kicillof buscará influir en las listas legislativas

El peronismo atraviesa días complicados debido a las disputas internas por el poder, con diferencias marcadas entre Cristina Kirchner y Kicillof. Este último busca reforzar su influencia en la Legislatura bonaerense, actualmente dominada por actores como La Cámpora, los intendentes del conurbano y el Frente Renovador, liderado por Sergio Massa.

Un plan para ganar terreno político

El equipo de Kicillof trabaja en un esquema que permita incluir en las listas a candidatos alineados con su gestión. Este enfoque podría concretarse a través de acuerdos con otros sectores o, en el caso más ambicioso, mediante listas propias. Se trata de un cambio significativo en su estrategia dentro de la coalición oficialista, donde hasta ahora había tenido una participación más limitada.

Con el apoyo de funcionarios como Carlos Bianco y Andrés Larroque, el gobernador ya dio los primeros pasos para organizar su espacio político, impulsando reuniones con referentes de diferentes sectores bajo la consigna “Es con Axel”.

Desafíos en un escenario complejo

Sin embargo, la estrategia de Kicillof no está exenta de tensiones. Sectores como La Cámpora, que lidera Máximo Kirchner, y el Frente Renovador también intentarán preservar su influencia en la Legislatura. Además, mantener la unidad del peronismo será crucial, especialmente en un contexto de negociación con Cristina Fernández de Kirchner y los intendentes del conurbano, quienes controlan una parte significativa del aparato electoral bonaerense.

Actualmente, el bloque de Unión por la Patria en la Legislatura enfrenta el desafío de renovar una importante cantidad de bancas. En la Cámara de Diputados, el peronismo pondrá en juego 19 escaños, mientras que en el Senado serán 10. Dentro de estas renovaciones se encuentran bancas ocupadas por representantes de La Cámpora, el Frente Renovador y otros sectores ligados a los intendentes.

Un movimiento clave para su gestión

Consolidar un bloque legislativo propio permitiría a Kicillof avanzar con su agenda política sin depender de acuerdos internos que a menudo limitan su margen de acción. No obstante, el éxito de esta estrategia estará condicionado al desempeño electoral en 2025.

En el plano partidario, Kicillof ya ha enfrentado tensiones, como ocurrió durante la elección de autoridades del Partido Justicialista a nivel nacional. Aunque intentó mediar entre Cristina Kirchner y otros líderes, su posición de equilibrio no siempre fue suficiente para garantizar la unidad. Ahora, su equipo apuesta por reforzar su representación en las listas para fortalecer su gestión en los años restantes de su mandato.