En La Rosada quieren hacer crecer los votos K en el ballottage porteño

La presidenta fue clara: si tenemos el 30%, esa es nuestra base en la Capital y son votos propios, hay que tratar de sumar más sabiendo que son votos nuestros y que nos responden. El que habla es uno de los integrantes de la campaña del Senador Daniel Filmus, que confirma que en las últimas horas la Presidenta y Filmus se reunieron en varias oportunidades. Antes de la elección y después también, aclara, antes versiones que indicaban lo contrario.

El asesor comenta que Filmus se retiró muy conforme del encuentro y muy alentado por la Presidenta.

El lunes fue un día de reflexión para el equipo de campaña de Filmus. En la reunión participaron la fórmula y los asesores de campaña. Si bien se reconoció que es muy difícil revertir la cifra contundente obtenida por Macri, se insistió en ir a la segunda vuelta, por una cuestión constitucional, no se puede desmerecer el triunfo del otro; y, además para fortalecer el voto propio en la ciudad, mirando a las primarias de agosto.

La consigna será entonces, tratar de sumar la mayor cantidad de votos posibles.

Somos el único partido con ese porcentaje de votos propios en el distrito con candidato a presidente, aclara uno de los asesores de Filmus que agrega: La verdad, la campaña se hizo difícil a veces, porque había un doble comando, nuestras ideas y las que venían de La Rosada, como órdenes, que había que cumplirlas. Y ellos tienen, en algunos casos, una concepción diferente de cómo organizar una campaña en la ciudad.

A otros que les impactó duro la diferencia de votos a favor del macrismo y la diferencia con la propia lista de Filmus fue a la juventud kirchnerista La Cámpora. Por primera vez algunos de sus integrantes admitieron que se equivocaron en la forma de comunicar y en franca autocrítica reflexionan: Debemos armar un relato de lo que somos, de quienes somos y como trabajamos y para qué... algunos nos han endemoniado y nosotros no supimos, o no quisimos salir a mostrar nuestro laburo... admite uno de sus principales líderes.

En la pingüinera saben que se viene una campaña dura. Y admiten y advierten: Estamos preparados para enfrentarla, se vienen con todo los que quieren que Cristina no siga, pero como siempre, los estamos esperando, advierten con tono desafiante.

No obstante, aunque fiel a su estilo nunca lo admitirán en público, supieron leer muy bien el voto del domingo pasado y encendieron, sobre todo en la Presidenta, algunas señales de alerta para lo que viene.

A todo esto, el macrismo celebra el abultado resultado del domingo último, que no estaba en los planes de nadie, ni de ellos. Admiten que se beneficiaron con un voto anti K pero a la vez saben que los fortalece a nivel de legisladores obtenidos en la legislatura y de respaldo político fuerte. Y como base de construcción de la plataforma política del PRO a nivel nacional. Ahora está en Mauricio saber aprovechar este apoyo. Algo aprendió de lo que pasó, y ya adelantó que armará un equipo más político de Gobierno, comenta uno de sus ministros. El macrismo prepara cambios de Gabinete a partir de diciembre y una reformulación de algunas áreas para darle mayor participación a la política.

Esta primera etapa fue muy técnica, ahora hay que politizar el gobierno, sin perder de vista a la gestión, comenta la fuente.

Difícilmente Macri bendiga algún candidato para octubre. “Los votos son de él, antes nadie lo quería, ponían que era el limite y ¿ahora vienen desesperados a buscarnos? No es momento de jugarse por nadie, advierte un asesor Pro.

La oposición a Macri en la ciudad, y algunos de los candidatos presidenciales opuestos al gobierno nacional; están en la búsqueda desesperada de los votos macristas, lo que ha producido alguna revulsión interna en esos partidos. Por caso, la primera declaración de Ricardo Alfonsín, quien dijo que si viviera en la ciudad votaría por Macri. Un líder histórico del radicalismo, de consulta permanente, le dijo el lunes por la mañana: No era necesario semejante declaración, para nuestros militantes no es un buen mensaje. Ocurre que aún no ha cicatrizado en un sector importante del radicalismo el acuerdo con De Narváez, que le originó a Alfonsín una discusión con sectores internos de su propio partido, sobre todo en la Provincia.
Si bien la elección en la ciudad de Buenos Aires es una dura advertencia para el kirchnerismo, sobre todo en cuanto a cierto mensaje que bajaron a los votantes porteños; y algunas descalificaciones hacia el electorado que votó por Macri totalmente desafortunadas por parte de algunos ministros y seguidores fundamentalistas que ahuyentan aún más a una porción importante de ciudadanos que también votan en las próximas elecciones; ningún candidato de la oposición se puede “adueñar” de votos que, hoy por hoy, tienen nombre y apellido: son PRO.