En la misa de Pentecostés Francisco llamó a dejar que "Dios nos lleve por caminos nuevos
Desde ayer unas 200 mil personas se congregaron en la Plaza San Pedro para la conmemoración del descenso del Espíritu Santo.
El Papa argentino celebró su primera misa de Pentecostés en el Vaticano. Esta ceremonia se relaciona al descenso del Espíritu Santo, es una fiesta que se realiza al quincuagésimo día después de la Pascua.
Desde ayer una multitud de personas se congrega en la Plaza San Pedro para participar en la vigilia y de la misa de hoy. Fueron alrededor de 200 mil los fieles que se acercaron para conmemorar la festividad católica.
El Sumo Pontífice resaltó durante la vigilia la necesidad de la ética a nivel mundial: "En la vida pública, política, si no hay ética, todo es posible (...) Leemos en los diarios cuánto daño hace a toda la humanidad la falta de ética en la vida pública".
Además, planteó de forma crítica que las entidades financieras sean más importantes que las familias: "Las inversiones que hacen caer los bancos son una tragedia; si las familias están mal y no tienen qué comer, no importa: ésta es nuestra crisis de hoy".
A lo que sumó el pedido por "una Iglesia que vaya a las periferias de la existencia".
Durante la misa el Sumo Pontífice advirtió que no hay que temer de lo nuevo. "¿Estamos abiertos a las sorpresas de Dios? ¿O nos encerramos, con miedo, a la novedad del Espíritu Santo? "
"La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control (...) Y esto nos sucede también con Dios", planteó Francisco.
Luego agregó al respecto: "Tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos".