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En el Pellegrini, los chicos se quedaron solos

*Por Gustavo Iaies. Los chicos del Pellegrini están tomando la escuela hace 45 días, sin lograr que los adultos les respondamos con claridad, les demos una referencia, para pelearse con ella u obedecerla.

¿Está bien que tomen la escuela e impidan el ingreso del rector? Algunos padres y docentes afirman que sí porque el rector carece de legitimidad. Otros, por el contrario, creen que la toma no es una forma de protesta y que el rector es la autoridad.

¿Es el rector la autoridad legítima? Algunos padres y docentes creen que no, porque no tiene el consenso de la comunidad educativa que es la verdadera fuente de legitimidad en la escuela. Otros plantean que dicha legitimidad del rector está dada porque lo eligió el Consejo Superior de la Universidad, de quien depende la institución.

¿Cómo se deben cubrir los cargos docentes vacantes? Algunos profesores sostienen que deben seguirse eligiendo como en el pasado, en las jefaturas de departamento. Otros creen que se debe llamar a un concurso interno. La norma plantea que el modo deberían ser los concursos abiertos por oposición y antecedentes.

Así podríamos seguir planteando las preguntas centrales y, en todas, los chicos encontraron unos adultos que dicen una cosa y otros que dicen otra. Y ante esas diferencias, lejos de encontrar acuerdos, polarizaron sus posiciones . El mensaje que transmitimos es que todo es opinable, nada está bien o mal, ni siquiera existen normas previas que nos regulen, ellas también son discutibles .

De hecho tomaron la escuela, impidieron el ingreso del rector y hasta ahora nadie los ha sancionado. ¿O no transgredieron ninguna norma o las transgresiones no implican una sanción? El problema de ese mensaje es que plantea la idea de una sociedad que se construye en permanente confrontación , nadie tiene razón per se, sólo "es verdad" la del que logra imponerse . Nada es verdad o mentira, depende quién lo diga, a quién y en qué contexto.

Los estamos invitando a "la sociedad de las disputas", en la que la verdad es el resultado de una confrontación. No existen parámetros previos, las normas no parecen tener entidad para "proteger" los consensos. Nadie tiene razón, ni eso es importante: se trata de imponer nuestra idea.

El informe Delors, producido por la UNESCO, plantea entre los objetivos centrales de la educación para este milenio el "aprender a vivir juntos" . ¿Qué les estamos enseñando a respecto de esta materia? ¿Queremos contarles que vivir juntos es participar de una permanente disputa, "todos contra todos"? Creo que nos equivocamos, que necesitan otro relato para crecer, uno que genere certidumbres, referencias, que permita pensar, confrontar, que los oriente. Entender que para vivir juntos necesitamos acuerdos, algunas certezas que operen por encima de nosotros mismos.

Los chicos necesitan pautas, guías, si no se quedan solos en la tarea de construir su proyecto de vida, de construirse como personas . Esta sociedad sin verdades, llena de disputas, no les simplifica las cosas. Lejos de ayudarlos a afrontar sus propios problemas, les agrega los que los adultos no somos capaces de resolver.