Embarazada baleada: "Sigue en estado crítico, aunque con una evolución favorable"
María Guarachi, la mujer que perdió el bebé, permanecía hoy internada en "estado crítico", aunque con una "evolución favorable", según se informó en el último parte médico.
María Guarachi, la mujer que se encontraba embarazada de cinco meses y perdió su bebé tras ser baleada en la localidad bonaerense de Ciudad Evita en un confuso episodio, permanecía hoy internada en "estado crítico", aunque con una "evolución favorable".
La médica Margarita García, del Hospital Diego Paroissien de Isidro Casanova, confirmó, cerca de las 12:00 de hoy, que la evolución de la mujer "en las últimas horas fue favorable", por lo que estimó que con el correr de los días "va a poder tener una mejoría".
No obstante, la profesional advirtió, en declaraciones publicadas por el sitio Infobae, que Guarachi, quien seguía alojado en la Sala de Cuidados Críticos, "tiene los pulmones comprometidos y sigue con asistencia respiratoria mecánica".
Como contrapartida, "se le pudieron sacar los inotrópicos, una droga que permite mantener la presión, y se ha estabilizado en este momento".
Guarachi, de 34 años, se encontraba internada desde la madrugada del sábado cuando recibió en el tórax uno de los disparos que realizaron cuando fue abordada por unos sujetos cuando llegaba junto a su esposo a su domicilio en Ciudad Evita, a bordo del automóvil del hombre, un Audi A 4.
La herida derivó en la pérdida del bebé que esperaba la mujer, de cinco meses de gestación.
A pesar de la violencia del episodio y que se realizaron cerca de nueve disparos contra su auto, el esposo de Guarachi, César Romero, de 49 años, desestimó que se vincule con cualquier tipo de venganza personal y, acongojado, dijo que su "error" fue haber tratado de escapar de los atacantes. "Mi error fue tratar de huir; si no hubiera puesto marcha atrás hoy estaríamos todos bien", expresó el hombre, quien dijo ser dueño de una empresa distribuidoras de bebidas.
Las suspicacias sobre una connotación personal en el caso, es que el ataque a balazos se produjo en dos ocasiones, cuando el hombre aceleró para escapar y momentos después cuando se dirigía a una sala de atención primaria para asistir a su esposa.
"Volvieron a dispararme porque habrán pensaron que los estaba persiguiendo", concluyó en torno a esa circunstancia.
Sin embargo, la policía sospecha que el caso no se trataría de un intento de robo, como se especuló en un primer momento sino de una venganza o ajuste de cuentas.
En ese sentido, trascendió que la mira de los pesquisas está puesta en supuestos vínculos que mantendrían la víctima y su pareja con elementos relacionados con bandas de "piratas del asfalto".
Fuentes policiales revelaron que tanto María Asunción Guarachi como su pareja, César Eduardo Romero, tienen antecedentes penales.
Romero, revelaron las fuentes, estuvo detenido en la DDI de Morón en 2006 por robo, robo calificado y asociación ilícita.
Además, tiene abiertos expedientes bajo el cargo de "encubrimiento agravado". La mujer, por su parte, también estuvo detenida en la DDI de Morón en 2006 por robo, robo calificado y asociación ilícita.
En su caso, tiene abiertos expedientes por amenazas a terceros y atentados contra la autoridad.
Las fuentes destacaron asimismo que el armamento utilizado durante el hecho ocurrido en Ciudad Evita es del tipo del utilizado habitualmente por las bandas de piratas del asfalto: pistolas 9 milímetros, revólver Magnun 45 y escopeta 12.70.
La médica Margarita García, del Hospital Diego Paroissien de Isidro Casanova, confirmó, cerca de las 12:00 de hoy, que la evolución de la mujer "en las últimas horas fue favorable", por lo que estimó que con el correr de los días "va a poder tener una mejoría".
No obstante, la profesional advirtió, en declaraciones publicadas por el sitio Infobae, que Guarachi, quien seguía alojado en la Sala de Cuidados Críticos, "tiene los pulmones comprometidos y sigue con asistencia respiratoria mecánica".
Como contrapartida, "se le pudieron sacar los inotrópicos, una droga que permite mantener la presión, y se ha estabilizado en este momento".
Guarachi, de 34 años, se encontraba internada desde la madrugada del sábado cuando recibió en el tórax uno de los disparos que realizaron cuando fue abordada por unos sujetos cuando llegaba junto a su esposo a su domicilio en Ciudad Evita, a bordo del automóvil del hombre, un Audi A 4.
La herida derivó en la pérdida del bebé que esperaba la mujer, de cinco meses de gestación.
A pesar de la violencia del episodio y que se realizaron cerca de nueve disparos contra su auto, el esposo de Guarachi, César Romero, de 49 años, desestimó que se vincule con cualquier tipo de venganza personal y, acongojado, dijo que su "error" fue haber tratado de escapar de los atacantes. "Mi error fue tratar de huir; si no hubiera puesto marcha atrás hoy estaríamos todos bien", expresó el hombre, quien dijo ser dueño de una empresa distribuidoras de bebidas.
Las suspicacias sobre una connotación personal en el caso, es que el ataque a balazos se produjo en dos ocasiones, cuando el hombre aceleró para escapar y momentos después cuando se dirigía a una sala de atención primaria para asistir a su esposa.
"Volvieron a dispararme porque habrán pensaron que los estaba persiguiendo", concluyó en torno a esa circunstancia.
Sin embargo, la policía sospecha que el caso no se trataría de un intento de robo, como se especuló en un primer momento sino de una venganza o ajuste de cuentas.
En ese sentido, trascendió que la mira de los pesquisas está puesta en supuestos vínculos que mantendrían la víctima y su pareja con elementos relacionados con bandas de "piratas del asfalto".
Fuentes policiales revelaron que tanto María Asunción Guarachi como su pareja, César Eduardo Romero, tienen antecedentes penales.
Romero, revelaron las fuentes, estuvo detenido en la DDI de Morón en 2006 por robo, robo calificado y asociación ilícita.
Además, tiene abiertos expedientes bajo el cargo de "encubrimiento agravado". La mujer, por su parte, también estuvo detenida en la DDI de Morón en 2006 por robo, robo calificado y asociación ilícita.
En su caso, tiene abiertos expedientes por amenazas a terceros y atentados contra la autoridad.
Las fuentes destacaron asimismo que el armamento utilizado durante el hecho ocurrido en Ciudad Evita es del tipo del utilizado habitualmente por las bandas de piratas del asfalto: pistolas 9 milímetros, revólver Magnun 45 y escopeta 12.70.