#Elecciones2019 Se empieza a definir el país entre dos modelos: macrismo o kirchnerismo
Casi 34 millones de argentinos están habilitados para votar en las PASO más polarizadas desde la instauración de esta instancia electoral.
Casi 34 millones de argentinos están habilitados para votar hoy en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), primera y trascendente estación del decisivo año electoral, que definirá las autoridades del país por los próximos cuatro años.
Sin rivales internos, los diez precandidatos a presidente y vice en lo formal pugnan por superar el 1,5 % del padrón, que los habilita a participar de las elecciones generales de octubre. Pero lo harán en un escenario de fuerte polarización con final incierto entre Juntos por el Cambio, encabezada por el presidente Mauricio Macri y su candidato a vice, Miguel Ángel Pichetto, y el opositor Frente de Todos, que lleva como postulantes a Alberto Fernández para presidente y a Cristina Kirchner como compañera de fórmula. Las duplas no solo representan fuerzas distintas sino que proponen modelos económicos, miradas institucionales y estrategias de política exterior muy divergentes.
El oficialismo y la oposición tendrán en la noche de hoy una certera hoja de ruta sobre sus fortalezas y debilidades de cara a las generales del 27 de octubre. No solo es clave cuál es la diferencia entre ellos, sino también qué tan cerca o lejos queden del piso del 45% necesario para ganar las elecciones en la primera vuelta será crucial. Y el resultado será seguido con atención por los mercados, que mañana darán su veredicto en la cotización del dólar y las acciones.
En una difícil pelea por quebrar la polarización y la "grieta" a nivel nacional se embarca Consenso Federal, que lleva la fórmula Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey. Sin Massa, Pichetto ni Juan Schiaretti, que formaban parte de su núcleo original de aliados, Lavagna intenta hacer pie sobre la base del apoyo de sectores del peronismo disidente, el socialismo y GEN, de Margarita Stolbizer. Su performance será seguida con atención por la Casa Rosada, al igual que la de José Luis Espert (Frente Despertar), que buscará los votos de los desencantados con el Gobierno. La izquierda, en tanto, intenta sostener su caudal habitual de votos con la fórmula encabezada por Nicolás del Caño, que logró unificar a gran parte de la izquierda bajo el sello FIT, mientras que pugnarán por superar el mínimo de votos Juan José Gómez Centurión (NOS), José Antonio Romero Feris (Autonomista), Raúl Albarracín (Acción Vecinal), Manuela Castañeira (MAS) y Alejandro Biondini (Frente Patriota), también postulantes a la presidencia.
Macri encabezó una campaña enfocada en 70 centros urbanos y capitales de provincia, cuyo voto de clase media le resulta prioritario. La apelación central fue la de "no volver al pasado" que encarna el kirchnerismo, y destacar los "logros" de su gestión en obra pública, libertad de prensa, lucha contra la corrupción y el narcotráfico. Para él es clave la participación de los votantes, por eso en el último tramo pidió a la gente que concurra a las urnas. En 2015, Macri creció mucho entre las PASO y la general, porque la mayoría de los que se sumaron lo votaron a él.
Por el lado del kirchnerismo, y en campañas paralelas, Fernández y Kirchner focalizaron sus dardos en la mala situación económica, la inflación, el estancamiento y el aumento del desempleo y la pobreza. En los últimos días, la oposición puso en duda la "transparencia" del conteo y cargó la tintas contra la empresa Smartmatic, a cargo del escrutinio provisorio.
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