El zafarrancho
Tomás Bulat, Economista. Periodista. La presidente Cristina Fernández de Kirchner en su discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional dijo (y ratificó luego) que las modificaciones a la carta orgánica del BCRA propuestas no tenían por objeto convertirse en un zafarrancho.
De este modo, dejó entrever las dudas que el proyecto genera: justamente el destrozo de la moneda nacional. Vale la pena recordar que destrozo es la tercera acepción para el término zafarrancho que ofrece la RAE.
No voy a analizar el proyecto de ley que ya ha sido debidamente explicado en todos los medios, sino cuáles son las condiciones que podrían convertirlo en un zafarrancho.
n ¿Por qué razones emite moneda el BCRA?
Si bien la Presidente del BCRA tiene poder suficiente para emitir el dinero que considere necesario, ninguna autoridad es capaz de imprimir sin una razón económica que la justifique. Entre las que se encuentran las siguientes:
1. Crisis financiera: Un Banco Central es prestamista de última instancia, por lo tanto en caso de que haya un retiro masivo de depósitos, el BCRA emite dinero para darle a los bancos para que cumplan sus obligaciones. De no hacerlo, los bancos quebrarían. Esta emisión pasó en Argentina durante el período 2002 / 2003
2. Aumento de demanda de dinero: Hay momentos en que la gente comienza a demandar más dinero para recuperar la actividad económica o por mayores certidumbres de la moneda local. Ese aumento genuino de demanda debe ser satisfecho con emisión para no provocar un aumento de la tasa de interés que frene la actividad económica. Esta emisión fue la sucedida a partir del año 2003 y hasta el 2005 cuando luego de la crisis económica, la demanda de dinero creció fuertemente.
3. La necesidad de acumular reservas: Para poder adquirir dólares o euros, el BCRA se lo debe comprar a los particulares, a los cuales les entrega pesos que emite. Esta situación se dio principalmente en Argentina desde el 2005 hasta el 2008, y continua en estos dias.
4. Financiar al estado nacional si éste se encuentra en déficit fiscal: Si no consigue o no quiere endeudarse para cerrar el déficit entonces aparece la justificación de emisión que se da a través de los adelantos transitorios (durante período 2005/2011), o de distribuir los dividendos (2009/2011) del Banco Central a su dueño, la Tesorería.
5. Préstamos baratos: Es otra razón vinculada al sistema financiero. Se da cuando los bancos captan pocos fondos de los ahorristas o a muy corto plazo, o a tasas muy elevadas. Para compensar esto se inventa un nuevo depositante, que es el BCRA. Emite dinero, se lo da a los bancos para que luego los preste a empresas a tasas bajas. Esto se llama redescuento y es la situación que se plantearía en el 2012.
No existen más razones que estas cinco, que no son pocas, para emitir. Todas tienen un propósito y una justificación. La única razón que tiene un Banco Central para no emitir, es mantener baja la inflación. Si no existiera riesgo de que aumentara la inflación, no habría mucho que debatir. Resumiendo: existen 5 razones para emitir, pero solo una para no hacerlo (esperemos que no se trate de goleada).
n Las probabilidades del zafarrancho:
Está claro que cuando los problemas no existen, la necesidad de emitir tampoco. Por ejemplo, cuando no hay crisis financiera, no hay necesidad de emisión monetaria; tampoco la hay cuando no existe déficit fiscal; si los bancos captaran dinero barato y a más largo plazo, no tendrían necesidad de redescuentos; y si no se pagara deuda con reservas, no habría necesidad de comprar divisas.
Sin embargo, si continúa el déficit fiscal, si se sigue comprando para mantener las reservas, si se emite para que los bancos den crédito, entonces la única condición para que la Presidente tenga razón y esta ley no sea para hacer zafarrancho, es lo que suceda con el resto de la política económica. Claro que un Banco Central independiente debería tener la posibilidad de decir que NO al deterioro de la moneda. Pero no es el caso.
Dado que la única restricción a emitir que existe es tener como objetivo una meta de inflación baja, y la inflación no existe, las probabilidades del zafarrancho crecen junto a los desequilibrios de la economíaà y a la implementación de esta ley.