Sociedad
El youtuber Alan Estrada relató su terrible experiencia dentro del sumergible Titan
El mexicano fue uno de los pocos que logró bajar en el vehículo creado para poder ver los restos del enigmático Titanic, hundido a 36 horas de Terranova en el Mar del Norte. En uno de sus videos de su cuenta "Alan x el mundo" contó cómo lo vivió pero también dio terribles detalles de la expedición.
A 3.800 metros bajo el mar se encuentra el Titanic, y menos de 200 personas han bajado a verlo. Una de ellas es el youtuber Alan Estrada, que además realiza viajes de los que después cuelga sus vídeos tanto en sus redes como en YouTube, "Alan por el mundo". El joven realizó la travesía con la empresa OceanGate en un sumergible experimental en la segunda misión del Titanic Survey Expedition.
Toda una aventura de la que dio buena cuenta en sus redes, y que ahora que ha desaparecido el submarino Titan ha cobrado de nuevo relevancia. Actualmente, en el interior del submarino hay cinco personas que se encuentran en paradero desconocido y han vivido la misma experiencia que vivió el actor y creador de contenido el año pasado, que ha querido hablar ahora de algunos contratiempos en su expedición.
La primera vez que le ofrecieron la oportunidad de bajar hasta las profundidades del mar para ver el Titanic fue en julio de 2021, pero debido a problemas técnicos fue finalmente en 2022 cuando lo consiguió. Sabía que se exponía a un riesgo alto por la profundidad a la que se encuentra sumergido el famoso yate, donde solo pueden acceder sumergibles especializados que resistan esa presión. Alan asegura que una vez hecho su viaje, no volvería a correr ese riesgo, y ha dado cuenta a través de Twitter de que dentro del sumergible se puede vivir hasta cinco días con agua, comida y oxígeno. Además, ha explicado que el submarino no puede abrirse desde dentro. Él, que vivió esta experiencia, sabe que “en cuestiones de seguridad son muy cuidadosos”, aunque también es consciente de que “es un sumergible experimental y los riesgos existen. Todos lo sabíamos”.
Su experiencia fue buena, tardó cuatro horas en salir de la plataforma e iniciar la inmersión, además de otras dos horas en bajar. Una hora y media en encontrar los restos del Titanic, que recorrieron durante hora y media para ver bien la proa. En regresar a la superficie tardaron más de dos horas y media, y nunca sintió que se estuviera jugando la vida, aunque sabía de los riesgos de una expedición como esta. “No tuvimos una situación en la que yo sintiera que mi vida estuviera en peligro, pero sí era consciente de que estábamos haciendo una actividad extremadamente peligrosa, y que si algo salía mal sería peligroso, porque a esas profundidades el mayor riesgo es quedarse atorado con algo allá abajo, viendo los restos del Titanic es imposible que alguien te rescate”, ha asegurado.
Explica que este sumergible, hecho de fibra de carbono y de titanio, cuenta con un piloto, un copiloto y tres turistas, y asegura que con él fueron “groseros en temas de material audiovisual”, porque no le facilitaron imágenes que se grabaron durante la inmersión ni siquiera de la GoPro que él colocó. Su expedición duró 12 horas, pero “la misión anterior estuvo 27 horas, no porque estuvieran todas esas horas viendo el Titanic, sino porque las cosas no salieron bien”, por lo que menciona el “enorme riesgo que es hacer una actividad de este tipo”. En aquella ocasión tuvieron complicaciones para recuperar el sumergible.
En sus redes podemos ver su experiencia, que no volvería a repetir y de la que salió vivo. Explica que en el interior tienen su propio camarote, donde llevan una maleta pequeña con sus imprescindibles, y que sus necesidades las hacen en unos orinales similares a los de un hospital. Además, hay extintores de incendios. De su experiencia queda su relato y sus vídeos, pero meses después de realizar este viaje, que fue el 3 de julio del año pasado, relataba que “es algo que ya hice, me gustó, tomé mis riesgos, estaba muy nervioso, estresado y, no, no hay necesidad de regresar. Me despedí, agradecía a Dios por la experiencia, por ser una de las 200 personas que han podido bajar”.
Uno de los aspectos que más llamaron la atención fueron los controles con los que se manejaba el dispositivo, el cual en redes sociales se consideró como un mando de videojuegos casero, inclusive los tacharon como la principal problemática. Sin embargo, Alan Estrada reveló que esto no es así y lo precisó en un video donde también aclaró que no buscaba inmiscuirse en el tema, pero las burlas y la cantidad errónea de información que surgió en los últimos días ocasionó que saliera públicamente a aclarar diversos aspectos.
Uno de los más importantes detalles que Estrada confesó fue que el sumergible que aún no ha sido localizado presenta un grave problema en su estructura y otro en su funcionamiento, el primero de ellos es sobre los materiales con los que está hecho que son fibra de carbono y de titanio, algo que nunca se vio con anterioridad lo que lo convierte en un vehículo experimental.
El segundo problema al que se enfrentaba este submarino de inferior tamaño tiene relación con el sistema de comunicaciones exteriores que, de acuerdo con Alan Estrada, no eran estables y tenían la tendencia a fallar por lapsos indefinidos, pero no mayores a una hora, hecho que ocurrió cuando el también actor teatral grababa su documental sobre esta expedición.
Este hecho podría explicar el motivo por el que los tripulantes que en este momento no pueden ser localizados y que se presume están dentro de Titan, no han podido comunicarse con el barco que transportaba el sumergible ni con los múltiples rescatistas que tanto Estados Unidos, Francia y Canadá han desplegado en la zona para poder encontrarlos y llevarlos a la superficie con vida.
Los seguidores del youtuber pidieron que el también cantante siguiera revelando detalles del suceso, que poco a poco se conforma como un hecho histórico, para seguir conociendo con mayor detalle y precisión distintos aspectos que dificultarían el rescate o bien que pudieron ser los causantes de la desorientación del sumergible y su posterior extravio en el océano.
Toda una aventura de la que dio buena cuenta en sus redes, y que ahora que ha desaparecido el submarino Titan ha cobrado de nuevo relevancia. Actualmente, en el interior del submarino hay cinco personas que se encuentran en paradero desconocido y han vivido la misma experiencia que vivió el actor y creador de contenido el año pasado, que ha querido hablar ahora de algunos contratiempos en su expedición.
La primera vez que le ofrecieron la oportunidad de bajar hasta las profundidades del mar para ver el Titanic fue en julio de 2021, pero debido a problemas técnicos fue finalmente en 2022 cuando lo consiguió. Sabía que se exponía a un riesgo alto por la profundidad a la que se encuentra sumergido el famoso yate, donde solo pueden acceder sumergibles especializados que resistan esa presión. Alan asegura que una vez hecho su viaje, no volvería a correr ese riesgo, y ha dado cuenta a través de Twitter de que dentro del sumergible se puede vivir hasta cinco días con agua, comida y oxígeno. Además, ha explicado que el submarino no puede abrirse desde dentro. Él, que vivió esta experiencia, sabe que “en cuestiones de seguridad son muy cuidadosos”, aunque también es consciente de que “es un sumergible experimental y los riesgos existen. Todos lo sabíamos”.
Su experiencia fue buena, tardó cuatro horas en salir de la plataforma e iniciar la inmersión, además de otras dos horas en bajar. Una hora y media en encontrar los restos del Titanic, que recorrieron durante hora y media para ver bien la proa. En regresar a la superficie tardaron más de dos horas y media, y nunca sintió que se estuviera jugando la vida, aunque sabía de los riesgos de una expedición como esta. “No tuvimos una situación en la que yo sintiera que mi vida estuviera en peligro, pero sí era consciente de que estábamos haciendo una actividad extremadamente peligrosa, y que si algo salía mal sería peligroso, porque a esas profundidades el mayor riesgo es quedarse atorado con algo allá abajo, viendo los restos del Titanic es imposible que alguien te rescate”, ha asegurado.
Explica que este sumergible, hecho de fibra de carbono y de titanio, cuenta con un piloto, un copiloto y tres turistas, y asegura que con él fueron “groseros en temas de material audiovisual”, porque no le facilitaron imágenes que se grabaron durante la inmersión ni siquiera de la GoPro que él colocó. Su expedición duró 12 horas, pero “la misión anterior estuvo 27 horas, no porque estuvieran todas esas horas viendo el Titanic, sino porque las cosas no salieron bien”, por lo que menciona el “enorme riesgo que es hacer una actividad de este tipo”. En aquella ocasión tuvieron complicaciones para recuperar el sumergible.
En sus redes podemos ver su experiencia, que no volvería a repetir y de la que salió vivo. Explica que en el interior tienen su propio camarote, donde llevan una maleta pequeña con sus imprescindibles, y que sus necesidades las hacen en unos orinales similares a los de un hospital. Además, hay extintores de incendios. De su experiencia queda su relato y sus vídeos, pero meses después de realizar este viaje, que fue el 3 de julio del año pasado, relataba que “es algo que ya hice, me gustó, tomé mis riesgos, estaba muy nervioso, estresado y, no, no hay necesidad de regresar. Me despedí, agradecía a Dios por la experiencia, por ser una de las 200 personas que han podido bajar”.
Uno de los aspectos que más llamaron la atención fueron los controles con los que se manejaba el dispositivo, el cual en redes sociales se consideró como un mando de videojuegos casero, inclusive los tacharon como la principal problemática. Sin embargo, Alan Estrada reveló que esto no es así y lo precisó en un video donde también aclaró que no buscaba inmiscuirse en el tema, pero las burlas y la cantidad errónea de información que surgió en los últimos días ocasionó que saliera públicamente a aclarar diversos aspectos.
Uno de los más importantes detalles que Estrada confesó fue que el sumergible que aún no ha sido localizado presenta un grave problema en su estructura y otro en su funcionamiento, el primero de ellos es sobre los materiales con los que está hecho que son fibra de carbono y de titanio, algo que nunca se vio con anterioridad lo que lo convierte en un vehículo experimental.
El segundo problema al que se enfrentaba este submarino de inferior tamaño tiene relación con el sistema de comunicaciones exteriores que, de acuerdo con Alan Estrada, no eran estables y tenían la tendencia a fallar por lapsos indefinidos, pero no mayores a una hora, hecho que ocurrió cuando el también actor teatral grababa su documental sobre esta expedición.
Este hecho podría explicar el motivo por el que los tripulantes que en este momento no pueden ser localizados y que se presume están dentro de Titan, no han podido comunicarse con el barco que transportaba el sumergible ni con los múltiples rescatistas que tanto Estados Unidos, Francia y Canadá han desplegado en la zona para poder encontrarlos y llevarlos a la superficie con vida.
Los seguidores del youtuber pidieron que el también cantante siguiera revelando detalles del suceso, que poco a poco se conforma como un hecho histórico, para seguir conociendo con mayor detalle y precisión distintos aspectos que dificultarían el rescate o bien que pudieron ser los causantes de la desorientación del sumergible y su posterior extravio en el océano.
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