El voto radical no fue a Macri
Por Leopoldo Moreau* En esta misma sección, Andrés Delich escribió el jueves la nota "Las múltiples razones del voto radical a Macri".
Enumera lo que a su juicio llevó a los votantes a respaldar al Jefe de Gobierno . Podría haberse ahorrado esos argumentos, porque la razón más contundente que esgrime está en el último párrafo: "otra razón de los resultados es que muchos porteños encontramos en Macri la posibilidad de expresar nuestro rechazo al gobierno nacional" . A confesión de partes, relevo de pruebas.
Es allí donde reside el voto "politizado" a favor del macrismo, que hizo de la victimización su principal fortaleza, alimentada por la torpeza y el infantilismo de algunos funcionarios del gobierno nacional.
El voto radical no fue absorbido, particularmente en esta elección, por Macri.
Desde el 2003 el partido viene obteniendo guarismos más o menos parecidos en coyunturas diferentes.
También tuvimos una muy baja performance cuando fue electo Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra.
Sostener que los votantes que provienen de la cultura radical están encandilados "por los servicios públicos a cargo de la ciudad, que están mejor que hace cuatro años", es, por lo menos, una exageración que poco tiene que ver con la situación de basural a cielo abierto de las calles de Buenos Aires o el estado calamitoso en que se encuentran los hospitales públicos.
Yo no creo que haya radicales preocupados por recibir el "carnet de progresistas", según afirma Delich. Pero sí creo que el radicalismo es, fue y será un partido de raigambre nacional, popular y progresista . Y esa definición poco tiene que ver con la xenofobia de un Macri que cuando se produjo la ocupación del parque Indoamericano aseguró que el problema tenía que ver con "el descontrol de la inmigración".
Honradamente no creo que los hombres y mujeres que se identifican histórica y culturalmente como parte de la familia política del radicalismo tengan una inclinación natural por Macri. Aunque admito que puede haber una excepción: la del delarruismo residual , que tal vez sí se sienta identificado con la derecha frívola.