El vigilador que mató a un policía en San Telmo había amenazado a un compañero minutos antes
Le mostró una pistola al secretario adjunto del gremio de vigiladores privados al que él también pertenece.
Antes de atacar a tiros a dos agentes de la Policía de la Ciudad, Carlos Ceferino Falgheri, de 50 años, había amenazado con un arma a un dirigente del sindicato al que pertenece. Fue un compañero suyo el que intervino para calmarlo. Falgheri se fue a tomar el colectivo para su casa y al minuto se escucharon los disparos.
Hasta entonces, nadie sabía que el atacante portaba armas fuera de su horario laboral. Pero ese no era su único secreto. El vigilador solía decir que era "policía federal retirado". Lo cierto es que en el '91 lo habían exonerado luego de dispararle a un colectivero en una discusión.
"Fuimos corriendo a ver qué pasó y encontramos a todos tirados en el piso, ensangrentados", dijo a Clarín Sergio Michela, secretario gremial del sindicato de vigiladores privados Susvaypra. Fue quien separó a Falgheri cuando se trenzó en una discusión con Juan José Luna, secretario adjunto del gremio.
El martes a la tarde habían ido a manifestarse al canal Crónica TV, por el despido de dos custodios. "Después de la medida gremial, nos fuimos a Paseo Colón y la autopista. Él se puso a hablar con José Scordamaglia -titular del sindicato- y se cruzó con Luna. Los dos se calentaron y salimos a separarlos", relató Michela.
Todo esto ocurrió cerca de las 16.30, cuando al no poder encontrar una salida al conflicto con la empresa, los sindicalistas decidieron irse. Bajo la autopista hablaban de cómo continuar con el reclamo. "Llegó un momento en el que Carlos agarró de su mochila la riñonera, se la puso y no sé cómo sacó la pistola. Yo le toqué el brazo para que parara y traté de calmarlo. Lo llevé hasta la esquina tratando de calmarlo un poco, después se acercó José y quedó ahí", agregó.
"Yo fui quien lo despedí. Le dije que pensara dos veces las cosas. Que se tomara dos minutos. Me contestó: 'sí, sí', nos dimos un beso, un abrazo y se fue. Yo volví, nos hablamos tres palabras con el grupo y doblamos yendo para la CTA. Hicimos una cuadra y escuchamos las detonaciones", contó.
Michela y sus compañeros vieron que algunos policías corrieron hacia Juan de Garay y Paseo Colón, donde había pasado todo. Los siguieron y al llegar a la esquina, vieron a los oficiales Walter Daniel Cantero (37) y Diego Mariano Montero (40) en el piso. Y a Falgheri (secretario de Prensa del sindicato) también. Todos malheridos contra una pared.
El tiroteo se habría desencadenado después de que una vecina, en Paseo Colón y Garay, vio a Falgheri "manipulando" el arma. La mujer le avisó a la Policía y dos agentes que iban en un patrullero de la comisaría 14° se acercaron a Falgheri para identificarlo. El sindicalista se resistió, comenzó una discusión y cuando los oficiales fueron a revisarle la mochila, el vigilador empezó a disparar hasta vaciar el cargador de su pistola 9 milímetros, de acuerdo con Clarín.
Los heridos debieron ser trasladados de urgencia en dos helicópteros. Cantero recibió tres disparos en una pierna, el cuello y el pecho y murió cerca de las 20 mientras era operado en el hospital Churruca. Montero, trasladado al Argerich, se encontraba este miércoles "fuera de peligro" y "consciente". Fuentes oficiales señalaron que él y su familia estaban recibiendo contención de la División de Asistencia y Orientación de la Policía de la Ciudad y psicólogos.
Mientras tanto, Falgheri recibió varios disparos en la cara, el pecho y el abdomen. Según fuentes sindicales, seguía internado "en coma y con respirador", también en el Argerich.
Quienes lo conocen dicen que el vigilador es una persona muy accesible y abierta al diálogo. Nadie sabía que andaba armado y sus compañeros se enteraron el martes que tenía una pistola.
"Algo le pasó porque él no era así", dijo Michela. Además, varios dirigentes del Susvaypra coincidieron en que "estaba en una situación especial; hace poco murió su padre y su madre sufrió un ACV". Y dicen que estaba en conflicto con la empresa en la que trabajaba por el pago de las horas extra. "Vivía solo, en Villa Elisa, no se casó ni tuvo hijos", dijo un amigo suyo.